Histórica por partida doble. La Arribada ha nacido y crecido vinculada al hito que convirtió a Baiona en el centro del mundo aquel 1 de marzo de 1493 en que Martín Alonso Pinzón desembarcaba de “La Pinta” y daba a conocer en Europa el Descubrimiento de América. Pero esta vigésimo sexta edición de la fiesta será probablemente la más recordada. Por devolver las ganas de diversión a vecinos y visitantes tras dos difíciles años de encierros y restricciones. Por sumar un poco de optimismo a una villa turística cuyo principal motor económico, la hostelería, ha sido uno de los sectores más golpeados por el COVID. Por romper todas las previsiones y superar incluso la afluencia prepandemia.
La Policía Local cifraba ayer en más de 120.000 personas las que disfrutaron de las tres jornadas de celebraciones, que culminaron ayer con la aplaudida representación de aquellos momentos en que la tripulación de la maltrecha carabela contaba las penurias del tornaviaje a los lugareños y les describía las exóticas tierras que habían conocido al otro lado del Atlántico.
Fueron cientos los espectadores que aplaudieron la puesta en escena de la “Arribada do Descubrimento” en la céntrica playa de A Ribeira. Escrita por Avelino Sierra y dirigida por Mónica Sueiro, la pieza contó con grandes intérpretes del panorama audiovisual gallego como Tito Asorey en el papel de Pinzón, Fran Paredes como Cristóbal García Sarmiento, el piloto miñorano de la carabela, o Sergio Zearreta como el corregidor Payo Veloso, acompañados de los actores del grupo aficionado local Non si? Teatro en un elenco que en esta ocasión se ha visto reducido de una treintena de personas a una docena para minimizar los riesgos de contagio.
Y es que las medidas anti-COVID fueron grandes protagonistas de las celebraciones. Llevaron a la organización a expandir el mercado medieval a las calles del ensanche para despejar el casco histórico y a habilitar grandes comedores en las plazas con mesas y bancos corridos para reducir los movimientos de los comensales.
Nada que llegase a deslucir una fiesta que presume de título de interés turístico internacional con orgullo y por méritos propios. Brillaron los espectáculos de calle con sus estruendos y sus coloridos. Personajes mitológicos, druidas, trovadores recorrieron la zona monumental invitando a bailar a los presentes, mientras el concurrido torneo medieval enfrentaba a los aguerridos caballeros sobre la arena de A Ribeira ante los vítores de cientos de espectadores.
La primera Arribada libre de animales de la historia contó únicamente con reproducciones como la mascota de peluche “O boi Xulián”, que se estrenó con gran éxito entre los más pequeños, o las réplicas de guacamayos y otras especies exóticas que decoraban el poblado indígena en el parque de A Palma.
Baiona vivió una Arribada como las de antes con un ritmo frenético durante tres días que acabaron sin apenas incidencias. No se registraron heridos por accidentes ni peleas ni tampoco las intoxicaciones etílicas habituales. Las fuerzas de seguridad destacan la fluidez del tráfico y el buen funcionamiento del servicio de buses nocturnos que ayudó a despejar las calles en la madrugada de ayer y evitar los tumultos y del aparcamiento de Porto do Molle, que llegó a reunir medio millar de vehículos, con lanzaderas para trasladar a sus ocupantes cada hora.
