La asociación animalista Libera ha publicado los datos de la vergüenza: 27.000 animales han sido abandonados en Galicia durante el 2021. Se trata de una estimación que anualmente publica esta asociación con el ánimo de concienciar a la población. Por el momento de poco ha servido, porque la tasa de abandono animal crece a pasos agigantados cada año que pasa.

Libera realiza el cálculo en función del número de rescates e intervenciones de personas particulares, perreras y refugios de la comunidad, y ha calificado de "preocupante" la conclusión del estudio del año pasado. Según dicha estimación, el abandono animal se ha incrementado en un 42% desde el año 2017, con una influencia muy negativa de la pandemia.

La asociación ha explicado que durante los peores momentos de la crisis sanitaria, se incrementaron las tasas de adopción y compra de perros, pero poco más de un año después, con un cambio drástico en las rutinas en comparación con, por ejemplo, los periodos de encierro cuando la vida era mucho más "relajada", la excusa de la "falta de tiempo" ha supuesto que muchos de estos animales hayan terminado en refugios, entregados a centros de recogida público o en la calle.

Las protectoras, asfixiadas

Asociaciones en defensa de los animales han reclamado una mejora en los presupuestos -este 2022 de 239.000 euros- dirigidos a los ayuntamientos, con el objetivo de que se puedan aumentar las partidas de protectoras, que se encuentran saturadas por la gran cantidad de animales abandonados: muchas demandan falta de elementos tan básicos como productos de limpieza o alimento.

Libera ha cifrado el coste de cada abandono entre 300 y 400 euros en conceptos como la intervención de recogida, manutención, atenciones veterinarias básicas e identificación.

Por otro lado, piden la aplicación de medidas similares a las de otros países, como la vecina Portugal, donde se combina la inversión pública con campañas de sensibilización y esterilización de animales a bajo coste, contribuyendo a reducir la cantidad de camadas indeseadas.

Por fin, seres sintientes

A principios de año se aprobó la nueva normativa estatal que ha permitido que los animales dejen de ser considerados "bienes inmuebles o cosas" y pasan a ser reconocidos como "seres sintientes" o seres vivos dotados de sensibilidad.

La nueva ley 17/2021 pretende dar respuesta a situaciones de conflicto creadas hasta el momento, como por ejemplo, determinar una custodia en situaciones de divorcio, garantizando la protección del animal frente al sufrimiento de alejarlo de su hogar y de su vida compartida hasta ese momento.

En ese caso, la ley sienta los criterios sobre los que los tribunales deben tomar la decisión de a quién entregar el cuidado del animal, atendiendo a su bienestar.

La ley contempla muchas otras situaciones de protección, como la obligación de atender a los animales heridos en el caso de que se produzca un accidente de tráfico. Hasta este momento, los animales tenían la misma consideración que una maleta caída en la carretera: no existían obligación de atenderlos.

Una ley muy importante y que se considera un avance crucial en materia de protección del bienestar animal, pero que de momento no ha dado sus frutos.