rafael lópez nnficha personal | Coordinador científico del VII Simposio de Biopsia Líquida

“La biopsia líquida es la herramienta del futuro en el tratamiento sistémico del cáncer”

“La pandemia nos ha enseñado que la investigación y la colaboración público-privada son claves y que todos juntos podemos más que cada uno por nuestro lado”

El oncólogo Rafael López.   | // FDV

El oncólogo Rafael López. | // FDV / ágatha de santos

La biopsia líquida es una de las grandes bazas en la lucha contra el cáncer. Unos 500 especialistas en oncología de España, Europa y Estados Unidos analizarán en el VII Simposio de Biopsia Líquida, que se desarrollará desde mañana y hasta el viernes, las últimas indicaciones de esta técnica diagnóstica y su integración en los comités moleculares de tumores que están comenzando a implantar diferentes hospitales. Según el doctor Rafael López, jefe del Servicio de Oncología del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) y coordinador científico del foro, el desarrollo científico en oncología es tan grande que los resultados serán cada vez más rápidos y mejores, aunque también advierte de que es el momento de reimpulsar la investigación oncológica.

–¿Qué aportan al manejo del cáncer estos comités moleculares de tumores?

–Los tumores se seguirán denominando igual: cáncer de mama, de colon..., pero son necesarias características moleculares para calcular el pronóstico y para indicar el tratamiento. Hay una parte de la oncología que estamos empezando a desarrollar, la oncología agnóstica, que consiste en tratar con el mismo fármaco un cáncer que se originó en el pulmón y otro que se originó en el colon o en la vejiga, es decir, no se trata el lugar de origen del tumor, sino sus características moleculares. Estoy seguro de que así vamos a tener más éxito.

–¿Qué papel juega las técnicas de biopsia líquida en el diagnóstico y selección de tratamientos?

–En el diagnóstico inicial, la biopsia de tejido es prácticamente irremplazable en estos momentos, salvo excepciones muy raras. Sin embargo, en el diagnóstico evolutivo del tumor cada vez está teniendo un papel más protagonista, porque el tumor va cambiado con el tiempo, podemos decir incluso que se va haciendo más malo en la mayoría de los casos, y este perfil lo recoge mejor la biopsia líquida. Evidentemente, esto lleva parejo un desarrollo técnico cada vez más importante, que seguirá en los próximos años y que nos obligará a cambiar la forma que tenemos de trabajar.

–¿Qué ventajas tiene esta técnica?

–Las más importantes son que es muy fácil de conseguir y que se puede repetir las veces que sea necesario porque prácticamente es inocua. La biopsia líquida no entra en competencia con la de tejido, aunque cada vez va a tener un papel más importante y en el tratamiento local no, pero en el sistémico va a ser, si duda, la herramienta del futuro, sobre todo cuando esas tecnologías que vienen se terminen de plasmar.

–¿Sigue siendo una de las grandes esperanzas para el tratamiento del cáncer?

–El estudio del cáncer tiene dos tres grandes objetivos. Uno es prevenirlo, aunque este está un poco fuera de mi área de conocimiento. Los otros dos son diagnosticar mejor y antes, y tratarlo. El control del cáncer se dará cuando dispongamos de muchos fármacos buenos y sepamos cuándo utilizarlos, y ese papel está reservado, sin duda, a la biopsia líquida. Los tumores van evolucionando y se van adaptando a las presiones de los tratamientos y tenemos que adelantarnos a ello y aquí la biopsia va a jugar también un papel muy importante. De hecho, ya lo está jugando en algunos proyectos de investigación. Hace un mes se presentó un estudio en Estados Unidos que mostraba que mejoraba la supervivencia seis meses en pacientes de cáncer de mama con técnica de biopsia líquida, simplemente adelantándose a la resistencia. El desarrollo científico en cáncer está siendo tan importante que vamos a tener frutos cada vez más rápidos y mejores.

–Según usted, urge un plan nacional “sensato y moderno” de implantación de la biopsia líquida en oncología. ¿Qué quiere decir esto?

–Hay que planificar, porque hasta ahora lo que estamos haciendo es intentar buscarnos la vida cada uno, sin que haya una planificación de su desarrollo ni de su utilidad, y que esa planificación sirva para recoger datos y que vayamos aprendiendo y estudiando las técnicas de biopsia líquida. Evidentemente, tiene que haber una estrategia sobre los biomarcadores, necesarios para atacar el tumor porque periódicamente salen fármacos que solo son activos con unas características especiales, y que sean accesibles a todos, algo que enlaza con el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer y las iniciativas de la medicina de precisión de Europa, que nos incitan a hacer acciones en este campo.

–Si algo ha demostrado la pandemia son los beneficios de que los datos de los ensayos estén a disposición de la comunidad científica.

–La pandemia nos ha enseñado muchas cosas malas, pero también nos ha dado muchas lecciones. Una es que la investigación y la colaboración pública-privada son claves. La segunda es que todos juntos somos mas fuertes que cada uno por separado y creo que a eso tenemos que ir. Tenemos que comenzar a investigar y a compartir datos, y dejarnos de situaciones o escenarios de desconfianza. Hay que empezar a abrir las puertas para que todos podamos aprender de forma más rápida.

–Porque la pandemia acabará y el cáncer continuará...

–El cáncer es la mayor pandemia que hay porque es todos los años. Evidentemente, en una situación de pandemia como esta la urgencia es cubrirla, pero también hay que decirlo claramente: llevamos dos años de pandemia y no se justifica que estemos pensando solo en el virus y no en el cáncer, que va a tener más consecuencias que el propio virus. Hay que empezar a revertir la situación. Estamos viendo que todas las campañas contra el cáncer dicen que es el momento de actuar y de no pararnos con el virus.

–Distintas sociedades científicas han advertido, además, de las consecuencias que tendrá el retraso de diagnósticos y tratamientos que ha provocado la crisis sanitaria.

–Sí, y no somos capaces de cuantificarlas. El mayor problema de salud, a día de hoy, es el cáncer.

–¿Qué proyectos desarrolla en estos momentos Oncomet, el grupo de investigación que dirige?

–Estamos trabajando en un proyecto que trata de averiguar si los tumores ginecológicos son sensibles a ciertos fármacos y estamos viendo sus alteraciones moleculares a través de biopsia líquida. Trabajamos también en otro que trata de saber por qué la mayoría de los cánceres de pulmón y de mama terminan desarrollando resistencia a los fármacos estándares. También en algún proyecto de nanotecnología y otro sobre el glioblastoma multiforme.

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