Un estudio desarrollado por el Servicio de Medicina Interna del hospital público La Paz y profesionales de atención primaria de la Comunidad de Madrid ha demostrado que la mortalidad por COVID-19 fue un 25% inferior en aquellas personas mayores de 75 años que mostraban niveles de HDLc, el llamado colesterol bueno, más altos antes de la infección.

De la investigación, que analizó los datos de 36.966 madrileños mayores de 75 años, se desprende que hábitos saludables, como llevar una dieta sana, mantener un peso adecuado, hacer ejercicio físico moderado y no fumar, aumentan ese colesterol y podrían reducir de forma considerable el riesgo de desarrollar la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2 de manera grave.

Los resultados del estudio han sido publicados en la revista científica ‘Atherosclerosis’.

La mortalidad en pacientes infectados con coronavirus se debe principalmente a una respuesta inmunitaria exagerada que induce daño pulmonar y vascular, lo que conduce a una insuficiencia respiratoria aguda y a un mayor riesgo de infecciones bacterianas asociadas.

Las partículas de HDL, donde viaja el llamado colesterol bueno, transportan diversas proteínas implicadas en la defensa frente a la infección y reducen la tormenta inflamatoria, no solo por COVID-19, sino también en otros contagios. Un colesterol bueno alto indica probablemente una mayor cantidad de estas partículas y, por tanto, una mayor cantidad de proteínas protectoras frente a la infección.

Por ello, es posible que fomentar aquellos factores que aumentan las HDL como son el ejercicio físico regular, no fumar o mantener una dieta sana ayude al organismo en la defensa frente a las infecciones en general y por COVID-19 en particular, reduciendo la mortalidad, según el estudio.

La baja concentración de colesterol HDLc se asocia con un mayor riesgo de mortalidad relacionada con la infección por SARS-CoV-2. En varones se considera bajo cuando está por debajo de 40 miligramos por decilitro (mg/dl); en mujeres, por debajo de 50 mg/dl.