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Planear la endemicidad sin bajar la guardia

Expertos internacionales coinciden en que el COVID será más manejable pero habrá picos invernales serios | La aparición de variantes más peligrosas, improbable pero no imposible

Expertos en la videoconferencia del Foro de Davos sobre la pandemia. | // SALVATORE DI NOLFI

El COVID-19 dejará de ser pandémico si no surgen variantes virales más graves, algo improbable pero no imposible, y en todo caso no cabe bajar la guardia ni esperar la “gripalización” de la enfermedad a corto plazo. Así podría resumirse el consenso de varios expertos internacionales convocados por el Foro de Davos (Suiza), científicos del Instituto de Salud Global e investigadores europeos que han firmado un artículo de opinión en el “British Medical Journal”. En cualquier caso, la endemicidad no equivale a menor gravedad, advirtió ayer la OMS.

Una enfermedad endémica es aquella que se mantiene de forma estacionaria en una población o espacio determinado durante períodos prolongados, mostrando una estabilidad que puede estar sujeta a variaciones estacionales. No tiene por qué tratarse de enfermedades menos graves: el sida y la malaria son endémicas en partes del continente africano. “La gente habla de pandemia versus endemia, pero la malaria es endémica, igual que el VIH, y matan cientos de miles de personas, así que endémico no es algo bueno, solo significa que está aquí para siempre –dijo ayer el director de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan–. A lo que tenemos que llegar es a niveles bajos de incidencia de la enfermedad, con un máximo de gente vacunada y que nadie tenga que morir de esto”, añadió. “Ese será el fin de la emergencia sanitaria, el fin de la pandemia”, explicó Ryan en una charla con expertos del sector farmacéutico y de la sociedad civil en el marco de la Agenda de Davos,

El célebre inmunólogo estadounidense Anthony Fauci había señalado previamente en el mismo foro que es posible que el SARS-CoV-2 pierda letalidad y capacidad de provocar enfermedad grave, que pase a ser un coronavirus “endémico”, en el sentido de que deje de paralizar las sociedades, aunque advirtió que hay que mantener la alerta. La endemicidad ocurrirá solo si las nuevas variantes que surjan –algo que todos los expertos dan por seguro dado el elevadísimo número de casos por ómicron– no lograsen eludir la inmunidad conferida por las vacunas y las infecciones.

Prepararse para lo peor

La profesora de enfermedades contagiosas emergentes de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, Annelies Wilder-Smith, apuntó en el mismo foro que “lo más probable es que el virus se atenúe y se asocie a casos menos graves”, porque evolutivamente “le conviene ser más contagioso” sin matar al hospedador. Sin embargo, advirtió que “el mundo debe estar preparado para la peor de las posibilidades –una nueva variante muy contagiosa y a la vez altamente letal–, aunque no sea la más probable”, y que es muy pronto para clasificar el COVID-19 como “endémico”.

El británico Richard Hatchett, líder de la coalición de expertos para la preparación contra las epidemias CEPI, y uno de los expertos que primero advirtió en Europa sobre la amenaza que suponía el COVID, expresó su preocupación por la rapidez de los contagios, algo que Fauci vinculó a la capacidad de reinfección de la variante ómicron, lo que dificulta en gran medida la inmunidad de grupo.

En este sentido, el también inmunólogo estadounidense Anthony J. Leonardi sostiene que el coronavirus SARS-CoV-2 imposibilita la inmunidad colectiva, porque mata las células inmunitarias responsables de la inmunidad adaptativa y de la regulación segura de la muerte de las células T.

Los expertos del Instituto de Salud Global (ISGlobal) de Barcelona Jeffrey V Lazarus, Adelaida Sarukhan, José Muñoz y Clara Marín vaticinan que el COVID-19 “se comportará como una infección estacional, de forma muy similar a la gripe, y provocará picos epidémicos durante los meses de frío; cuando se pasa más tiempo en interiores y se ventila menos”. Entre otras medidas, desde ISGlobal proponen planes a largo plazo para mitigar el impacto sanitario y socioeconómico de los virus respiratorios, como reforzar la vacunación contra la gripe y el COVID; fomentar el teletrabajo especialmente durante el invierno y mejorar la ventilación y la filtración del aire en los edificios.

Por último, decenas de profesionales sanitarios e investigadores de toda Europa, entre los que se encuentra el citado Jeffrey V. Lazarus, firman un artículo en el “British Medical Journal” en el que urgen a los países europeos a “desarrollar planes conjuntos para abordar las futuras variantes de preocupación de manera efectiva”.

Los científicos advierten que “incluso bajo las suposiciones más optimistas, dejar que ómicron circule sin restricciones conlleva consecuencias potencialmente devastadoras”, y expresan su preocupación por el efecto de esta variante en los niños y en el COVID persistente.

Moderna prepara una vacuna contra el COVID y la gripe

Los científicos depositan sus esperanzas en una vacuna que cubra todas las variantes e incluso una vacuna contra todos los coronavirus. El consejero delegado de Moderna, Stéphane Bancel, aseguró en el Foro de Davos que su compañía podría tener lista la vacuna específica contra la variante ómicron en cuestión de semanas, pendiente de aprobarse por los reguladores. Además, avanzó que el laboratorio estadounidense trabaja en una vacuna combinada contra la gripe y el coronavirus SARS-CoV-2 que permitiría que la población se sometiese a un único pinchazo anual. Bancel matizó que no estaría lista antes de finales del próximo año.

¿Y si el virus nunca fuera totalmente endémico?

Algunos expertos aportan matices sobre el posible supuesto futuro endémico del SARS-CoV-2. El epidemiólogo Nacho de Blas, de la Universidad de Zaragoza, apunta en un reciente artículo en “El Periódico de Aragón” –del mismo grupo que FARO– que la gripe evoluciona siguiendo una “presentación mixta”, en la que “se alterna una fase o canal endémico, con una frecuencia de presentación de casos sumamente baja, con un pico epidémico estacional que supone un importante aumento de la incidencia durante los meses de enero y febrero en el hemisferio norte y en julio y agosto en el hemisferio sur, mientras que en las zonas tropicales se producen casos de forma casi constante durante todo el año con una frecuencia moderada”. De Blas añade que esta es la evolución temporal que siguen otros coronavirus humanos y animales, y es previsible que se produzca a corto-medio plazo en el COVID-19. Sin embargo, para la epidemióloga australiana Raina MacIntyre el COVID nunca será endémico. “Como la enfermedad epidémica que es, el SARS-CoV-2 siempre encontrará a las personas no vacunadas, insuficientemente vacunadas o con inmunidad decreciente y se propagará rápidamente en esos grupos”, argumenta.

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