Más allá del debate médico -"en este momento, es una barbaridad"-, afirman desde una de las sociedades de Atención Primaria- tras la estrategia del Gobierno de tratar el coronavirus como una enfermedad estacional, como sucede con la gripe, subyace otro objetivo: tranquilizar a una población que sigue inquieta, frustrada y preocupada por una pandemia que parece interminable y sigue causando una enorme incertidumbre. Así lo piensan psicólogos y psiquiatras consultados por El Periódico de España para valorar el efecto emocional de 'gripalizar' la enfermedad. "Se busca generar una sensación de control y seguridad", indican desde el Colegio Oficial de Psicólogos de Castilla y León. Pero, cuidado, advierten desde la Sociedad Española de Psiquiatría, ese objetivo se puede volver en contra si, finalmente, el covid es más que una gripe: "Conseguiría el efecto opuesto por esa desconfianza de no saber cuando a uno le dicen la verdad y puede producir una mayor situación de tensión y de estrés".

El Gobierno lleva trabajando desde hace semanas en un cambio de estrategia frente al coronavirus: 'gripalizar' la enfermedad y no notificar diariamente todos los casos. "Creo que tenemos las condiciones para que, con precaución y poco a poco, empecemos a evaluar la evolución de esta enfermedad con parámetros diferentes", señalaba el presidente Pedro Sánchez este lunes en una entrevista en la Cadena Ser en la que también anunció que se controlará el precio de los test de antígenos y se comprarán a Pfizer 344.000 dosis de antivirales.

Las medidas llegan sin que, previsiblemente, la sexta ola haya alcanzado su pico máximo de contagio e incidencia. Tras las Navidad, la trasmisión del coronavirus sigue subiendo con 292.394 contagios más notificados este lunes y un aumento de la incidencia de 267 puntos, hasta los 2.989 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días. Las cifras continúan empujando la presión hospitalaria en planta (13,4 %) y en las UCI (23,5 %). España ha superado este lunes los 90.000 fallecidos por el virus tras sumar 202 muertos más, 373 de ellos en la última semana, y una tasa de mortalidad del 1,2 %.

Este mismo martes, la oficina regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que más de la mitad de los europeos se contagiaran por la variante ómicron en los próximos dos meses. Añade el organismo internacional que la incertidumbre relacionada con el coronavirus, la alta transmisibilidad de esta variante y la carga hospitalaria derivada de la misma hacen que sea prematuro pensar en tratarla como una enfermedad endémica.

Cambio de rumbo

En este contexto, cuando el recuento de casos ya parece inabarcable, cuando los rastreadores han cambiado radicalmente sus protocolos y ya no se realiza seguimiento activo de contactos -salvo en el caso de las personas vulnerables-, por el colapso del sistema, el Gobierno apuesta por cambiar de estrategia y enfrentarse a la evaluación del covid como si de una enfermedad estacional se tratara. Una medida que no sólo impactará a nivel sanitario. También en la esfera psicológica.

Así lo explica a El Periódico de España Consuelo Cuenca, vocal presidenta del Colegio Oficial de Psicólogos de Castilla y León (COPCYL) por Segovia. "Más que nada es como una incógnita. Sobre si adecuado abordar el covid como una gripe, en un intento de minimizar la magnitud de la enfermedad o si se opta por 'gripalizar' para salvar el sistema. La idea es contemplarlo como una enfermedad endémica y que se normalice en muchos aspectos. Ese es el debate. Pero lo que vemos es una enorme incertidumbre".

"Ante una sensación de temor y ansiedad por "una amenaza incierta", 'gripalizar' la enfermedad es potenciar "la sensación de control, de una realidad segura y estable", según la psicóloga Consuelo Cuenca

Desde una perspectiva psicológica, añade Cuenca, es una forma de definir "cómo, cuando y de qué manera podemos afrontar" el coronavirus "sin que se paralice el mundo". Pero, advierte, "el miedo es libre" y no sólo a contagiarse, también a contagiar. El bombardeo de cifras en torno a la sexta ola, añade, "nos está condicionando mucho" y la estrategia de las autoridades sanitarias no es otra, ante una sensación de temor y ansiedad por "una amenaza incierta", que 'gripalizar' la enfermedad para potenciar "la sensación de control, de una realidad segura y estable".

Un problema conocido

Desde la Sociedad Española de Psiquiatría, su presidente, Celso Arango ofrece a este diario otra perspectiva. "Para el ser humano es más fácil afrontar un problema que es conocido y que genera mucha menos incertidumbre, que un problema nuevo y que obliga a cambiar la forma en la que se hacen las cosas. A la gripe estamos muy acostumbrados y genera una situación de menor demanda y estrés a nivel psíquico".

El psiquiatra Celso Arango advierte del peligro "de llamar a algo de forma errónea y que intentemos que sea una gripe y realmente no lo sea"

Dicho esto, para Arango, lo importante "es el peligro de llamar a algo de forma errónea y que intentemos que sea una gripe, que realmente no lo sea, y que los efectos que tiene en la población -en cuanto a restricciones, limitaciones, riesgos...- sean otros distintos, en cuyo caso lo que se acabaría generando, como ya se ha hecho en el pasado, es desconfianza por parte población, en los gestores sanitarios y eso conseguiría el efecto opuesto o contrario: que esa desconfianza o no saber cuando a uno le dicen la verdad o no, pueda producir una mayor situación de tensión a nivel psíquico y de estrés a nivel emocional".

El covid no se detiene

Para Beatriz Gil-Bóveda, psicóloga clínica y experta en inteligencia emocional del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña, hay que retrotraerse al inicio de la pandemia para comprender la situación que atraviesa la ciudadanía. Aunque ya no vivimos confinamientos estrictos, ni aislamientos radicales, precisa, "el covid sigue haciendo de las suyas, con una sexta ola con una variante muy contagiosa y la gente está agotada. Hay muchas personas que están sufriendo efectos en forma de trastornos del sueño, ansiedad, cansancio prolongado...lo conocido como fatiga pandémica, que se ha prolongado en el tiempo".

"Es un peligro precipitarse, porque la gestión de las siguientes olas podría ser peor a nivel psicológico", asegura la psicóloga Beatriz Gil-Bóveda

Por eso, añade Gil-Bóveda, la población "necesita esa normalidad que todos echábamos de menos y creíamos que llegaba, pero no ha sido así". En ese escenario, la psicóloga piensa que 'gripalizar' el coronavirus, a corto plazo, ayudaría a que disminuyera el miedo y la ansiedad, o a que se reactive la economía. Pero, a largo plazo, apostilla, "la estrategia debe tener una visión más amplia para no llevarnos una decepción porque seguimos en pandemia y la presión hospitalaria continúa aumentando".

Su propuesta pasa por, fundamentalmente, poner en marcha "una estrategia para el cuidado de la salud mental", algo que es urgente porque, explica, ansiedad y depresión siguen figurando entre las primeras causas de baja laboral. Además, aboga por seguir fomentando la concienciación sobre las medidas de protección y la responsabilidad individual. "Es un peligro precipitarse, porque la gestión de las siguientes olas podría ser peor a nivel psicológico", asegura la psicóloga.

La opinión de los médicos

Por otro lado, el anuncio del Gobierno de virar el rumbo en el abordaje del control del virus, ha levantado una enorme polémica entre las sociedades científicas que representan a los médicos de Primaria. Algunas, directamente, arremeten contra esa política por, precisamente, tratarse del control de una pandemia, aclaran. Otras, llevan días advirtiendo que los últimos protocolos aprobados por el Ministerio de Sanidad ya iban en la dirección de 'gripalizar' los casos covid. Las sociedades, incluso, han mostrado posturas enfrentadas en este sentido.

A través de una editorial difundida en estos días, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), una de las tres sociedades científicas representativas de Atención Primaria, ha mostrado una clara -y comentada- posición respecto a la necesidad de un nuevo abordaje de la pandemia. Manifiesta, entre otros aspectos, que "debemos acabar con la excepcionalidad: la covid-19 debe ser tratada como el resto de enfermedades. La inmunidad adquirida y la llegada de ómicron así lo permiten”. La sociedad apuesta por encarar el covid-19 como otras enfermedades infecciosas, como la gripe, y recuperar la 'vieja normalidad'. Aboga por suprimir las mascarillas y cualquier tipo de restricción.

En estas mismas fechas, el presidente de la sociedad, Salvador Tranche, advertía en declaraciones a este diario: los vacunados ya no hacen cuarentenas, no se hace rastreo de contactos, no se hace PCR a todo el mundo, sino que se prioriza a los pacientes según la gravedad. Por tanto, matizaba, había que cambiar de estrategia. "Es decir, de alguna manera se ha cambiado el modelo de gestión a otro que, como yo lo llamo, consiste en 'gripalizar' la atención", defendía el médico.

"Buscan que se contagien todos"

"Es una barbaridad. Si lo que buscan es tranquilizar a la población lo que hay que hacer es aumentar los recursos para solucionar los problemas", rebate por su parte a El Periódico de España el presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), el doctor José Polo García. Para el representante de esta otra sociedad que agrupa a médicos de familia, por ejemplo, si uno de los escollos de la sexta ola es la tramitación administrativa de las bajas laborales por covid, entre las iniciativas que se podrían adoptar es contratar más personal administrativo para hacer frente a las tareas burocráticas. "Es un país donde hay tres millones de parados, no me diga que no se pueden encontrar auxiliares administrativos para que lo hagan en dos minutos con un programa informático", apunta.

"Es muy aventurado decir que esto es una gripe. ¿Y si muta a una variante mucho más grave?", se pregunta el doctor José Polo

El doctor Polo muestra su enfado por lo "aventurado", asegura, que es "salir en estos momentos diciendo que esto es una gripe". "¿Y si esto muta a una variante mucho más grave?. Eso puede ocurrir. Es una estrategia política. Por los últimos protocolos, lo que pretenden es que nos contagiemos todos y esto se acabe". El médico cita otro ejemplo: "Enviar con alta laboral a un paciente después de siete días y sin hacerle PCR es cuestionable. ¿Y si sigue siendo contagioso?. ¿Sabemos si va a contagiar?.

En la misma línea se pronuncia Lorenzo Armenteros, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). "Considero que es demasiado pronto para que todo se traspase ahora mismo a la población y que sea la que cargue con la responsabilidad de las medidas de control. Es inhibirse ante la gravedad de la situación", indica el especialista.

Para poder cambiar la estrategia a la hora de enfrentarse a la pandemia, añade el médico, el coronavirus debería ser "una enfermedad estable, con pocas posibilidades de mutación para situaciones más graves, que el grado de infección sea más grave y tengamos una alternativa terapéutica posible (fármacos) y eso está muy lejos de darse, por eso nos parece muy precipitado tomar una decisión de este tipo".