Los números 42.833 y 91.179 dejaron ayer 16 millones de euros en A Illa de Arousa, ya que ambos fueron los elegidos por la suerte para ser los cuartos premios del sorteo de Navidad. Ambos se vendieron en la administración número 1 del municipio, especialmente el segundo, el 91.179, del que los niños de 4º de ESO del IES A Illa vendieron 786 décimos en participaciones, repartiendo la suerte prácticamente entre todas las familias del municipio. Los dos números salieron prácticamente a la par. El más madrugador fue el 42.833, del que se vendió una serie en A Illa (200.000 euros), cantado por los Niños de San Ildefonso sobre las 11.00 de la mañana, y la mayor parte de los décimos se vendieron por ventanilla.

Teresa Barreiro fue una de las encargadas de elegir el número que acabaría siendo agraciado-. Iñaki Abella

Sin embargo, la explosión de júbilo en el pequeño municipio arousano, de menos de 5.000 habitantes, llegaría tan solo un cuarto de hora después, cuando se cantaba el 91.179. Manuel Núñez y Cristina Allo, los responsables de la Administración de Lotería Número 1 de A Illa, todavía no habían tenido tiempo de asimilar que habían repartido un cuarto premio cuando llegó el siguiente, y este de la magnitud que finalmente fue.

Los abrazos fueron una constante en el día de ayer. Iñaki Abella

Estamos superfelices porque nunca habíamos repartido tanto de un premio; sí habíamos dado un cuarto y premios en otros juegos, pero no una cantidad como esta, de casi 16 millones de euros”, explicaba ayer Núñez. Los propios responsables de la administración también se llevaron alguna de las participaciones al igual que casi toda la comunidad escolar. Gran parte de esa comunidad se fue reuniendo a las puertas de la administración, situada en la travesía do Cruceiro. En un primer momento, todavía con cierta cara de incredulidad y sin llegarse a creerlo, pero a medida que avanzaba la mañana, las escenas de alegría comenzaron a desatarse en un pueblo demasiado acostumbrado a sufrir los vaivenes económicos del mar. Fue ahí cuando comenzó a volar el espumoso y los premiados comenzaron a dar rienda suelta a su alegría.

Una joven de las que vendió participaciones y su madre muestran el número 91.179. Iñaki Abella

Una de las “responsables” de que el 91.179 acabase en las manos de los pequeños, junto al propietario de la administración, fue Teresa Barreiro, madre de uno de los alumnos de 4º de ESO. Ella fue la encargada de coger el número para toda la excursión y, junto con otras dos compañeras, se encargó de llevárselo a la comunidad escolar. Repartido en talonarios de 50 participaciones, cuarenta niños se lanzaron a las calles de A Illa para vender esas participaciones a cinco euros por papeleta, cuatro de apuesta al número y uno de donativo para la excursión. Cada uno de esos niños vendió una media de entre dos y tres talonarios por cabeza, la mayor parte a familiares, amigos y vecinos sin saber que les estaban entregando la suerte.

La jornada de ayer fue de intensas emociones. Iñaki Abella

La excursión estaba prevista a Mallorca, Barcelona o Canarias y no solo se financiaba con la venta de la lotería de Navidad, sino que también se hacía con la de Reyes y vendiendo croissants cada fin de semana puerta a puerta, un esfuerzo que ha encontrado recompensa para los 40 jóvenes de 15 años de A Illa. La euforia llevó a alguno de los jóvenes que se acercó a la Administración a anunciar que el viaje ahora sería a Cancún, una propuesta que no acaba de convencer del todo a los padres, tanto por el COVID como por las cantidades “que non dan para tanto, pero serven para tapar moitos buratos”, explicaba ayer una de las madres.

Desde el año 1998 no había vuelto a tocar la lotería en A Illa, cuando se registrara un segundo premio en el Bar A Chabola, que dejó 2.300 millones de las antiguas pesetas.