Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Primeras Navidades en la capital de las luces

Una Navidad que no entiende de religión

Budistas, hindúes, musulmanes... así viven sus primeras celebraciones navideñas jóvenes de diversos países y credos que están descubriendo desde cero todas las tradiciones de estas fiestas

12

Estudiantes extranjeros de diferentes religiones disfrutan de sus primeras Navidades y las luces este año en Vigo Marta G. Brea

Se ha repetido tanto –y en demasiadas ocasiones con cierta retranca– eso de que Vigo marca oficialmente el inicio de la Navidad en el planeta, que la ciudad olívica es capital internacional de estas fiestas o que las luces de la ciudad compiten con las Nueva York y Tokio que el mensaje parece haberse diluido. Pero las cifras están ahí y hablan por sí solas, pandemia mediante: ocupación hotelera, ventas en comercios y, obviamente, los millones de luces led que iluminan Vigo. Basta, simplemente, con pasear por las calles y ver cómo el bullicio se multiplica en la ciudad más urbanita de Galicia.

Sí, Vigo se ha convertido en epicentro navideño, algo que toca asumir tanto si se está en el grupo de los que disfrutan con estas fechas como si se le ven más perjuicios que beneficios. Pero ¿se imagina lo que es no tener ni idea de qué va eso de la Navidad, el alumbrado o Abel Caballero y toparse de bruces con toda esta vorágine festiva?

Eso es precisamente lo que le ha ocurrido a un grupo de estudiantes de español con diferentes países de origen y credos que están viviendo su primera Navidad nada más y nada menos que en Vigo. Todos ellos llevan a penas semanas en Galicia de la mano de Campus Spain, una entidad dedicada a la promoción de España como destino educativo y a la asistencia de estudiantes internacionales que se encuentran en el país y que tienen como primera parada de su estancia Vigo.

Los jóvenes estudiantes de Campus Spain felicitan las fiestas en su idioma natal desde el epicentro de la capital de las luces

Los jóvenes estudiantes de Campus Spain felicitan las fiestas en su idioma natal desde el epicentro de la capital de las luces Marta G. Brea / I. A.

“Sabía que Vigo era una ciudad próxima a Portugal y por supuesto sabía del club de fútbol Celta de Vigo ya que me gusta mucho el fútbol y veo la Liga”. Esta era la referencia que tenía Deya Alsakaji de la ciudad hasta hace poco más de dos meses. A sus 18 años se ha lanzado a la aventura desde Emiratos Árabes, donde reside habitualmente aunque es natural de Jordania. “De la Navidad me está gustando mucho que las personas se unen y disfrutan de tiempo con sus familias y amigos”, explica.

Aunque todos estos jóvenes coinciden en destacar la parte más emotiva de la Navidad, aquello de reencontrarse con los seres queridos para volver a compartir tiempo y mesa, como era de esperar el alumbrado ha acaparado buena parte de su atención. “¡Lo más impresionante fueron las luces, era la primera vez que veía algo así!”, asegura Clement Wirya, un indonesio de 18 años que practica el budismo y que sueña con estudiar odontología en Vigo. Algo así le sucedió también a Mauro Motus. Aunque en su país de origen, Filipinas, también se estila el uso de las luces “no se ven todas las calles iluminadas como aquí, ¡es una pasada!”.

Mauro Motus Marta G. Brea

“A mi familia le cuento que aquí estoy viviendo el mejor momento de mi vida”

Mauro Motus - Filipinas, 19 años

decoration

Parecidos

La Navidad es una celebración de origen religioso, con otras muchas connotaciones adquiridas a lo largo de los años, pero religiosa, al fin y al cabo. Todos estos muchachos tienen creencias propias y diversas, pero eso no les está impidiendo sumergirse y disfrutar de otra cultura.

Buscando paralelismos con su religión, el Islam, tanto Deya Alsakaji como Ghaniya Talib Al-Harthai (21 años y natural de Oman) encuentra similitudes con el Eid al Firt y el Eid al Adha. “Celebramos Eid al Fitr que marca el final del ayuno de Ramadán con las oraciones del Eid, la caridad, las reuniones sociales, las comidas festivas y la entrega de regalos. Los musulmanes de todo el mundo celebran Eid al-Adha o la Fiesta del Sacrificio como una fiesta importante durante un período de tres a cuatro días. Eid al-Adha goza de un significado especial porque el Día del Sacrificio marca el clímax del Hajj o Peregrinación”, cuentan.

"También utilizamos fuegos artificiales por la noche y comemos diferentes tipos de galletas de Año Nuevo”

decoration

Clement y su compañera Chong Kay Mun, Carmen en España, ambos budistas, comparan todas estas celebraciones con la conmemoración del Año Nuevo Chino. Carmen cuenta cómo “celebramos la llegada del año nuevo aproximadamente a fines de enero o principios de febrero de cada año, porque seguimos el calendario lunar. Hacemos una cena de reencuentro con nuestra familia en la víspera de Año Nuevo, y luego visitamos a nuestros familiares y amigos. También utilizamos fuegos artificiales por la noche y comemos diferentes tipos de galletas de Año Nuevo”.

Cuando se le pregunta a Tanya Sharma, una joven de Delhi, la Navidad la lleva a pensar en la celebración del Diwali, el festival de luz más importante de India y que conmemoran más de mil millones de personas de diferentes credos, con rezos, banquetes, faroles y fuegos de artificio.

Marta G. Brea A. Chao

“La Navidad aquí me recuerda al festival de luces Diwali que se celebra en mi país”

Tanya Sharma - India, 22 años

decoration

Además, no paran de planear cómo pasarán las fechas claves de la Navidad. Decoración, amigo invisible, viajes a otros lugares de España… todo ellos sin dejar de mirar de reojo la evolución del COVID tanto en Galicia como en el conjunto de España.

De esta puesta en común de costumbres se extrae que, finalmente, es más lo que une que lo que distancia, siempre que cada tradición sepa verse con la perspectiva correcta, que debe haber pasado por el tamiz de la tolerancia. Y con ese talante es con el que estos estudiantes están trasladando todas sus vivencias a familiares y amigos que los esperan en sus lugares de origen. Les hablan de las luces, la noria, el ambiente, la gente… “Les digo que estoy pasando el mejor momento de mi vida aquí”, resume su experiencia Mauro.

MARTA G. BREA Clement Wityia Dharma

“El encendido de las luces me alucinó, era la primera vez que veía algo así en mi vida”

Clement Wityia Dharma - Indonesia, 18 años

decoration

Las Navidades en Vigo están dejando, sin duda, huella en estos jóvenes pero ellos también están haciéndonos un regalo, el de ponernos las gafas que nos permiten ver por primera vez de nuevo nuestras costumbres. Así, cuando nos tomemos las 12 uvas esta Nochevieja pensemos en Ghaniya que está esperando con ansia estrenarse en esta tradición “preciosa y única”, como ella misma la define; cuando comamos ese trozo de turrón imaginemos cómo viaja desde Galicia a Malasia de la mano de Carmen o cuando veamos en televisión o internet la suelta de faroles en el festival de India recordemos que, en realidad, no estamos tan lejos como nos parece.

Los otros encantos de Vigo

Con seguridad, la Navidad está siendo hasta el momento uno de los atractivos para estos jóvenes recién aterrizados en Vigo. A penas después de una primera toma de contacto con el que será su hogar durante los próximos meses, el huracán navideño se desató. Sin embargo, eso no les ha impedido comenzar a vislumbrar los otros encantos de la ciudad.

Carmen disfruta del amanecer y el atardecer que pinta la ría de Vigo “me encanta salir a correr y escuchar el sonido de las olas en la playa”. También se deleita con de los muchos sabores de la gastronomía, tanto que ya le ha dado tiempo ha decidir cuál es su plato favorito: “El arroz con marisco, siento que en cada lugar sabe diferente pero en todos esta igualmente delicioso”.

Ghaniya Talib al-Harti Marta G. Brea

“La costumbre de tomar las doce uvas me parece una tradición única y preciosa”

Ghaniya Talib al-Harti - Oman, 21 años

decoration

Mauro también siente que encaja más aquí en la ciudad olívica que en Filipinas. “Mi estilo de vida es más adecuado para Vigo que en mi casa, el aire libre... Por ejemplo, simplemente paseando con mis amigos me siento mucho más a gusto aquí que en Filipinas.

Quizá este solo sea el primer paso de uno —o muchos— nuevos romances del mundo con Vigo. ¿Quién de ellos decidirá quedarse y convertirse en un vigués más sin fecha de fin para el idilio?

Compartir el artículo

stats