Un reciente estudio elaborado por los científicos de la Universidad de Bath ha descubierto que podría existir una relación entre la longitud de los dedos y la inteligencia de una persona. Para realizar la investigación, los expertos compararon las longitudes de los dedos de 75 niños con los resultados de sus exámenes de evaluación. Entre los resultados se halló un vínculo claro entre el rendimiento de un niño en las pruebas de aritmética y lengua y las longitudes relativas entre su índice y el anular.

Los científicos consideran que la causa se encuentra en los diferentes niveles de las hormonas testosterona y el estrógeno, presentes en el útero durante la gestación y el efecto que tienen estas hormonas tanto en el desarrollo del cerebro como en la longitud de los dedos.

Para extraer las conclusiones de dicho estudio, los investigadores escanearon e hicieron fotocopias de la palma de las manos de los niños y midieron la longitud de sus dedos índice y anular en ambas manos. Después dividieron la longitud del dedo índice por la del dedo anular, para calcular la proporción de dígitos del niño. Luego compararon esta relación con los resultados de sus test de evaluación y encontrando que aquellos niños que tenían un dedo anular más largo presentaba una mayor habilidad con las matemáticas en relación con la lectura y el habla.

Cuando observaron el desempeño de los niños y las niñas por separado, los investigadores encontraron un vínculo claro entre la alta exposición prenatal a la testosterona, medida por la proporción de dígitos, y las calificaciones más altas de aritmética en los hombres. También encontraron un vínculo entre una baja exposición prenatal a la testosterona, que resultó en un dedo anular más corto en comparación con el dedo índice, y puntuaciones más altas en las pruebas relacionadas con lengua para las mujeres.

Según los investigadores, estas mediciones de los dedos podrían ayudar a predecir como de buenos serán los niños en matemáticas y lengua.