Referentes femeninos que sirvan de ejemplo a las jóvenes y niñas, la creación de redes de apoyo entre mujeres y la coeducación son algunas de las claves para romper el techo de cristal que se aportaron ayer en “Mujeres fuera de serie”, una jornada que reunió ayer en el MARCO de Vigo a seis mujeres excepcionales en cada uno de sus campos para compartir sus experiencias y analizar las expectativas de futuro. El acto pivotó en torno a la brecha de género, la conciliación familiar y laboral, el papel de la educación y el liderazgo femenino. El foro, organizado por FARO DE VIGO en colaboración con la Universidad de Vigo y Banco Sabadell, estuvo moderado por la subdirectora del periódico, Irene Bascoy, y la periodista Amaia Mauleón, coordinadora de la serie de entrevistas “Mujeres fuera de serie” que el diario decano publica cada semana desde hace dos años en el suplemento “Estela”

La educación como semilla de la igualdad

Amaia Mauleón, Romina Fernández, Ana Míguez y Cristina Fernández, de izq.a dcha. Marta G. Brea

Ningún hombre consultó a la directora de Suardiaz en Galicia, Romina Fernández, qué pasaría con su promoción en la empresa tras conocer que iba a ser padre. Esa pregunta sí se dio, sin embargo, cuando alguna mujer del equipo de esta firma, líder nacional en servicios logísticos marítimos, se quedó embarazada. Del mismo modo, muchas de las mujeres aspirantes a integrar la sección “Mujeres fuera de serie” repensaron su participación al sentir que aún no habían alcanzado una cota tan merecedora del título. Algo que la periodista responsable, Amaia Mauleón, reconoce que nunca le ocurrió con un entrevistado. “Liderazgo femenino, ¿qué nos falta para cerrar la brecha?” se titulaba, precisamente, el coloquio integrado por la citada directiva de Suardiaz, que debatió junto con otras dos mujeres ‘fuera de serie’: la primera árbitro de balonmano española internacional y profesora, Cristina Fernández, y la feminista histórica y activista, Ana Míguez.

“Horarios racionales, coparentalidad y conciliación son claves”

Romina Fernández - Directora de Suardiaz

“Creo que existe un liderazgo femenino diferente, porque hemos sabido llevar el debate sobre opiniones constructivas, por la consecución de objetivos, al ámbito empresarial”, defendió Romina Fernández. También es una líder femenina en la actualidad como directora educativa Cristina Fernández, aunque recuerda aquellos inicios más duros en el arbitraje estatal y europeo en los años 90. “En 1993 no había ningún árbitro hombre que quisiera trabajar conmigo fuera de España, porque había que viajar y dormir varias noches fuera de casa. Mientras sus mujeres desconfiaban y no les dejaban, mi pareja tuvo que soportar en aquel momento públicamente el papel de ‘calzonazos’ porque se entendía que yo me acostaría con todos mis compañeros”. Tras recordar ese trago amargo, González puso en valor que tras su paso por el mundo del deporte, aún es un referente para las jóvenes. “Fui la primera en arbitrar un Mundial en Alemania, pero tengo que seguir peleando por mi puesto”.

“Sin educar en igualdad, podemos perder los derechos conquistados”

Ana Míguez - Feminista y activista

La labor de Ana Míguez, a sus 72 años, se identifica con la palabra sororidad. Tras rebelarse contra la educación patriarcal paterna e irse de casa reconoce haber vivido “épocas muy difíciles, pero entendí que desde mi condición quizás privilegiada tener que trabajar siempre con mujeres en mi despacho”, defiende la expresidenta de Alecrín y asesora de empresas. Fue una de las precursoras en denuncias de acoso sexual. “Si no educamos en igualdad, podemos perder todos los derechos conquistados, aquello que tanto nos costó”, aseguró en relación a la amenaza de movimientos políticos de extrema derecha.

Las tres líderes coincidieron en la importancia de la educación para crear conciencia. Como una semilla que germinará en la sociedad futura. Al mismo tiempo, fomentar “la conciliación en las empresas”, la racionalización de horarios y la coparentalidad son las claves de esa paridad buscada, para Romina Fernández.

Eso sí, Míguez añade un pacto por los cuidados familiares: “Aún no estamos en situación de igualdad”. La activista –que defiende el abolicionismo de la prostitución– indicó que “mientras tengan el derecho de comprar nuestros cuerpos, no seremos libres”. “Los hombres siempre han formado parte de mi entorno” aseveró tras identificarse como hija de un hombre, madre de otro y viuda. Pero también, “realista”: “No nos vana a regalar nada”. En la misma línea, Cristina Fernández explicó que el “liderazgo femenino está muy desprotegido en el deporte” y, tras lamentar la inexistencia de protocolos claves de actuación hizo una llamada: “Estaría encantada de que me recibiera la comisión de igualdade del Parlamento para hablar de estas cuestiones”.

“En el deporte, el liderazgo femenino está muy desprotegido”

Cristina Fernández - Profesora y árbitro

¿Machismo? Fue el primer denominador común apuntado por las tres puntas de lanza en tan diferentes ámbitos. Ana Míguez acabó en comisaría por defender el uso de preservativos en una Galicia predemocrática; Cristina Fernández, sin trabajo, tras denunciar el trato vejatorio de un delegado federativo y a Romina Fernández algún empresario le ha preguntado ¿dónde está tu jefe? para negociar en una mesa.

Ante la pregunta de las cuotas de paridad, hubo un consenso en su efecto para impulsar el acceso de mujeres a la cúspide de algunos estamentos –como la judicatura o el consejo de administración de empresas del Ibex35– donde de otro modo no sería posible. Así lo defendieron la histórica feminista y la pionera del arbitraje. Para la directiva, después del impulso inicial, el acceso tiene que ser por méritos y capacidad.

Belén Rubio Armesto Marta G. Brea

“En 800 años de historia de la universidad, en España solo ha habido 20 mujeres rectoras”

Belén Rubio Armesto - Vicerrectora Investigación de la Universidad de Vigo

“En las universidades y otros organismos públicos de investigación se observa una clara segregación horizontal y vertical con un menor porcentaje de mujeres Catedráticas, entre un 20 o 25% en las universidades españolas. En los ocho siglos de historia de la Universidad, en España sólo ha habido 20 mujeres rectoras. A modo de ejemplo de las 50 universidades españolas, sólo 9 están gobernadas por rectoras”, defendió la vicerrectora de Investigación de la UVigo, Belén Rubio, “y ninguna en Galicia”. Tras aludir a estereotipos de género y sesgos en la investigación médica y en los desarrollos tecnológicos –desde los ensayos clínicos realizados sólo con varones, a las ciencias sociales y la ingeniería–, dio recetas. Rubio Armesto propuso “un cambio de mentalidad en las mujeres, para que aspiren a ese desarrollo profesional; un cambio de mentalidad en los hombres en un reparto democrático de responsabilidades y cargos y un cambio en la sociedad para que responsabilidades y cargas familiares se interioricen como trabajo de todos”. Además, destacó iniciativas en positivo que van desde las emprendidas por la UVigo al movimiento HeForShe.

Referentes femeninos y redes de apoyo, claves para romper el techo de cristal

Desde la izquierda, Irene Bascoy, Lucía Freitas, Carmen Domínguez y Minia Manteiga. Marta G. Brea

La igualdad de género solo lo es en apariencia. En cuanto se escarba un poco, aparece la brecha. Esta es la conclusión a la que llegaron las tres invitadas que participaron en la primera mesa de debate de este foro, moderado por la subdirectora de FARO, Irene Bascoy. Las ponentes destacaron la necesidad de romper los estereotipos de género que aún perviven y en dar visibilizar a las mujeres de éxito si se quiere romper el techo de cristal.

La brecha de género queda especialmente patente en el campo científico, donde, exceptuando las ramas de la sanidad y del cuidado, sigue siendo mayoritariamente masculino. La falta de referentes es uno de los motivos que explica la escasa presencia de las mujeres en las carreras de ciencias, según la científica Minia Manteiga, primera catedrática de Astrofísica de Galicia, en la Universidad de A Coruña, y miembro de la Real Academia Galega de Ciencias.

“Nuestro deber es estimular las vocaciones científicas en las niñas”

Minia Manteiga - Astrofísica

“No hay ejemplos suficientes de mujeres para que las niñas se sientan capaces de hacer una carrera científica”, afirmó esta investigadora de la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea. En su opinión, es un deber de la sociedad acabar con los estereotipos que hacen que las niñas crean que las ciencias son demasiado difíciles para ellas. “Y nosotros, desde las instituciones académicas, debemos estimular las vocaciones científicas en las niñas”, apuntó.

Para la astrofísica, es fundamental la comunicación para hacer comprender a las jóvenes que son igual de capaces que sus compañeros varones. “No hay nada que indique que una mujer tiene menos capacidad para estudiar una carrera técnica o científica que un hombre. Es más, las alumnas que tenemos están muy motivadas y tienen unos expedientes magníficos, incluso mejores que los de ellos, pero hay que mostrar referentes para que la presencia de la mujer en la ciencia se vea como algo normal”, dijo.

“El techo de cristal existe, sobre todo dentro de nosotras”

Carmen Domínguez - Periodista

Carmen Domínguez, periodista y socia fundadora de Mykado Media, productora audiovisual especializada en el cambio climático y anuncios corporativos, también se refirió a la falta de referentes, y aseguró que aún queda mucho por hacer para acabar con la desigualdad de género. “El techo de cristal existe. Y existe sobre todo dentro de nosotras mismas”, apuntó la periodista, que dirigió programas tan emblemáticos como “Metrópolis” y que está considerada por la Unesco un “Tesoro vivo de la televisión”. Asimismo, apeló por crear redes de apoyo entre mujeres para poder ocupar, en igualdad de condiciones que los hombres, cargos de responsabilidad.

Domínguez aseguró que para acabar con el techo de cristal, este tiene que “romperse colectivamente”. “El feminismo es de todos, incluso de quienes no lo quieren. Todas las mujeres deberíamos ser feministas, cada una a nuestra manera –dijo–. Los niños tienen que entender que la sociedad tiene que tener un modelo más justo”.

También abogó por la corresponsabilidad en el ámbito doméstico. “Hay que compartir todo: trabajo e hijos, pero esto aún está muy lejos de ser así”, aseveró.

“La pandemia ha iniciado un cambio que es imparable”

Lucía Freitas - Chef

Lucía Freitas, propietaria y chef de A Tafona, restaurante de Santiago con una estrella Michelin, y de Lume, tiene una premisa: para darlo todo en la cocina es fundamental que su equipo esté bien y para que esto sea así, hay que hacer posible la conciliación laboral y familiar. La chef, que fue la primera mujer con un restaurante gallego en Nueva York, afirmó que la cocina de élite es una carrera de fondo en la que hay que ser psicológicamente muy fuerte si se quiere sobrevivir y en este sentido reconoció que son pocas las mujeres que logran llegar al final. “Psicológicamente, puede que ellos nos lleven ventaja. Tienen más confianza en ellos mismos”, dijo, En su caso, conseguir estar donde está ahora le costó perderse muchos momentos de los primeros años de su hijo, algo que no quiere que le suceda a nadie de su equipo, mujer u hombre. “Tenemos que profesionalizar más la hostelería y conseguir que la gente pueda vivir dignamente de ella y tener vida fuera de la cocina”, aseveró.

La chef apostó por aprovechar la experiencia de la crisis sanitaria para avanzar hacia la conciliación. “La pandemia ha supuesto un punto de inflexión y ha iniciado un cambio que ya es imparable. Cuando todos paramos es cuando yo me he sentido madre de verdad y creo que los hombres también se han dado cuenta de su rol como padres y de que también quieren estar con sus hijos”, afirmó.

Carmen Vilabrille

“Es necesario aplicar políticas, escribirlas y repetirlas para avanzar”

Carmen Vilabrille - Directora de la Red Comercial de la Territorial Noroeste de Banco Sabadell

Carmen Vilabrille, directora de la Red Comercial de la Territorial Noroeste del Banco Sabadell, abrió el foro explicando el “Plan de Igualdad Efectiva entre Hombres y Mueres” de esta entidad bancaria, aprobado en 2010, y que tiene como principales objetivos prevenir las conductas discriminatorias y el acoso laboral; potenciar medidas de conciliación, y promover la promoción interna de la mujer. Vilabrille destacó de este plan las acciones dirigidas a corregir actitudes que vivían en su día a día.

“Una de ellas fue acabar con la barrera psicológica que suponía que un compañero, da igual que fuera mujer u hombre, tuviera que entrar a trabajar a las nueve porque tenía que dejar a los niños en el colegio. Tampoco se pregunta a ningún trabajador si es padre”, expuso como ejemplo.

En su opinión, se ha avanzado mucho en los últimos años hacia la conciliación y la paridad, aunque aún hay que superar muchas barreras para llegar a la igualdad plena. “Lo que han fallado son los referentes femeninos. Es necesario aplicar políticas, escribirlas y repetirlas para avanzar”, afirmó.