El brote de COVID-19 detectado tras una cena entre médicos residentes de Santiago asciende a 18 infectados tras detectarse otros siete positivos. Los contagios tuvieron su foco en una celebración el pasado 7 de diciembre a la que acudieron unas 120 personas, y de la que ni "la dirección ni el coordinador de docencia tenían conocimiento", explican desde la gerencia del área sanitaria.

Tras revelarse los primeros positivos, ayer mismo se llevó a cabo un cribado específico para todo el colectivo de Médicos Internos Residentes (MIR) con 300 citados y una participación de cerca del 70%. En él se detectaron los siete nuevos positivos. Sobre los ausentes, la gerencia apunta que "en estos momentos muchos de los residentes ya no se encuentran en Santiago".

Respecto a este tipo de eventos, el Sergas insiste en que "contravienen" las directrices marcadas por el Servicio de Medicina Preventiva, "enviadas a toda la institución y en las que se recomendaba que no se celebrasen este tipo de actividades". Algo que ha provocado el malestar de la junta de personal del área sanitaria, cuyo presidente ha negado que hubiese directrices o recomendaciones sobre reuniones.

Frente contra la "criminalización" a los trabajadores

En este sentido el responsable de la junta de personal del área sanitaria de Santiago-Barbanza, Xosé Manuel Marcote, ha reclamado información a la dirección sobre el brote que se inició por una cena de médicos residentes, y ha negado que "a día de hoy, por parte de la gerencia, no hay ninguna información, aunque tienen la obligación de informar, de todas las pruebas y de la estadística. A día de hoy no tenemos ninguna información".

Preguntado por si algún servicio se ha visto afectado, ha dicho que le "consta que sí" pero por información que les llega de "profesionales que se hicieron la PCR y salieron positivos". "Vuelvo a repetir, no nos consta ninguna información oficialmente", ha insistido.

Además, ha afirmado que "no consta ni oralmente ni por escrito" ninguna directriz previa al respecto y ha señalado que si hubiese alguna recomendación, tendrían que haber informado de ella. Dicho esto, ha advertido de que "el problema es que lo que hay es una precariedad laboral, un recorte de recursos humanos" y que no hay unos servicios "competentes", no solo por la pandemia, sino para prestar "la asistencia sanitaria de calidad". "Si realmente no apreciamos a los profesionales que son los que realmente son la materia fundamental de la sanidad pública, mal vamos a atender a la población", ha criticado Marcote.

Por su parte, el sindicato CSIF ha salido en defensa de los "compañeros sanitarios". "Queremos manifestar todo nuestro apoyo y solidaridad a los compañeros y compañeras sanitarios que, tras contagiarse de covid supuestamente en una cena de navidad, están siendo criminalizados", ha señalado en un comunicado.

Así, ha señalado que "los trabajadores y trabajadoras de los servicios sanitarios son, ante todo, personas, y fuera de su rol profesional tienen una vida social familiar y personal como cualquier otra". "El sector sanidad soportó de forma especialmente dura las olas de pandemia. Sus profesionales las sufrieron doblemente como trabajadores, y como población general. Realizaron su trabajo sin suficiente protección y aislándose en muchos casos de su entorno social y familiar y con una dedicación admirable", relata Csif.

Por ello, ha asegurado que "no se puede pedir a estos trabajadores que en todos los años que pueda durar la pandemia, se enclaustren en sus puestos de trabajo para, egoístamente, estar disponibles para servir sin descanso a la población, pues eso es lo que subyace de esta criminalización".

"Si seguimos maltratando a los trabajadores de la salud poco podremos hacer cuando ellos mismos opten por reciclarse y pasar a trabajar a otros sectores en los que, aunque en una cena de navidad se origine un brote, no conlleve el linchamiento social que se produce en el sector de sanidad", ha sentenciado CSIF, que también ha rechazado "rotundamente" que la dirección tenga que dar directrices de lo que hagan sus trabajadores en el ámbito privado.