Entre cinco obras de José Otero Abeledo que todavía lucen en el museo municipal de la bienal dedicada al artista se presentó ayer el completo programa de actividades del Ano Laxeiro 2022 que, con motivo del homenaje que le rendirá al pintor la Real Academia Galega de Belas Artes (Ragba), la Xunta se ha implicado para imprimirle mayor protagonismo si cabe. El conselleiro de Cultura, Román Rodríguez; el alcalde de Lalín, José Crespo; y el presidente de la mencionada academia autonómica, Manuel Quintana Martelo, detallaron los eventos que tendrán como protagonista a uno de los pintores gallegos contemporáneos más destacados.

Para el representante del Gobierno gallego, esta programación contribuirá a alimentar la proyección internacional del artista nacido en Donramiro y, aprovechando el Ano Laxeiro, la exposición itinerante Foi un home –comisariada por Carlos Bernárdez– recalará en Lalín, Santiago de Compostela, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid) y en la embajada de España en Francia. Román Rodríguez definió al creador como una imagen de marca de Galicia y de Lalín, pero defendió que su obra trasciende de un ámbito territorial próximo y debe ser proyectada a nivel internacional.

Con Laxeiro como protagonista del Día das Artes Galegas 2022 –el elenco de homenajeados fueron Mestre Mateo, Castelao, Maruja Mallo, Alejandro de la Sota, Luis Seoane y Domingo de Andrade– el 1 de abril su localidad natal acogerá el acto central de la Ragba. Pero con anterioridad la Xunta ya lanzará en enero un espacio digital sobre el artista plástico en el portal cultura.gal. Y, al mismo tiempo, a otro destacado artista lalinense –Antón Lamazares– le fue encomendado el diseño de un logotipo para ilustrar los actos del Ano Laxeiro.

Sobre la muestra itinerante fue su comisario el encargado de aportar algunas pinceladas. El título, homónimo del de una obra de Laxeiro firmada en 1963, se centra en los años de su producción artística durante las dos décadas que pasó en Buenos Aires. En la capital argentina –subrayó Bernárdez– se topó, cuando llegó, en 1951, con alguna de las figuras más destacadas de las artes y las letras gallegas en su forzado exilio. Pero además con una gran urbe que capitalizaba los movimientos artísticos de la época en Sudamérica, algo que repercutió directamente en la obra de Laxeiro. Sin renunciar a su protagonismo como figura destacada del movimiento renovador del arte gallego bebió del informalismo surgido unos años antes.

“Tenía que tocarle a Laxeiro”, declaró Quintana Martelo, quien agradeció la implicación de las administraciones públicas para que esta efeméride, con el ilustre lalinense como actor único, cobrase una nueva dimensión. Entre las propuestas que está gestionando la entidad que preside destacó un proyecto relacionado con una obra pintada por Laxeiro en una exposición suya en Compostela en 1987, de la que existe numeroso material gráfico. Lo que se pretende es realizar un montaje con el lienzo y las fotografías tomadas aquella jornada.

Crespo, por su parte, puso el acento en la coincidencia del Ano Laxeiro con el 25 aniversario del fallecimiento de un pintor que presumía de sus orígenes y del que los lalinenses se sienten también orgullosos.