Valentina es divertida, vital, decidida y directa. Siente, sueña, ríe, se enfada y vive como cualquier niña de su edad. Quiere ser trapecista y no piensa dejarse acobardar por mucho que intenten desanimarla los adultos, escudándose en que no podrá conseguirlo porque tiene síndrome de Down. ¡Menuda es ella!

En su abuela, compañera de juegos, aprendizajes y canciones, ha tenido siempre su mejor aliada para alcanzar sus metas: “Si las orugas consiguen convertirse en mariposas, nada es imposible”. Valentina no está muy convencida porque un gusano es “demasiado asqueroso para transformarse en mariposa”. Tiene muchas preguntas sobre esa metamorfosis, pero ahora no puede hacerlas porque su abuela desapareció hace unos días y sus padres le dicen que “se fue de viaje”.

La pequeña decide entonces emprender su búsqueda acompañada de su inseparable ratón Chiqui y de las figuras de un tablero de ajedrez. Un recorrido lleno de aventuras, en el que aprenderá a elegir lo que quiere y, sobre todo, a perseguirlo.

Las dos adolescentes gallegas, emocionadas, en el preestreno de la cinta de Chelo Loureiro.

En su último trabajo, la productora ferrolana Chelo Loureiro, referente en la animación española, pega un guantazo, con la mano abierta, a las etiquetas. Se estrena como directora y lo hace nada menos que con un musical, 'Valentina', con banda sonora del compositor coruñés Nani García, que ha sido nominado al Goya a la Mejor película de animación. Se trata, además, de la primera cinta de ese género protagonizada por una niña con síndrome de Down y la primera, también, capitaneada por una mujer desde 2016.

El filme –que desde este viernes se puede ver en cines de toda España, tras preestrenarse en el Teatro Colón de A Coruña y en Madrid– no es, sin embargo, una historia de discapacidad. Su objetivo es visibilizar y dar a conocer las capacidades. Reflejar las ilusiones de una pequeña, su actitud ante su vida y las circunstancias que la rodean. No persigue el aplauso ni el lloro fácil. Busca solo empatizar. También reivindicar a los referentes, en este caso, la abuela de la protagonista. Una mujer decidida, que anhela ser directora de orquesta, sigue estudiando para conseguirlo y que no piensa permitir que la traten como si fuese una inútil por acumular años y experiencia.

Valentina, la protagonista de la película.

Sobre todo ello pivota la trama de 'Valentina', a quien imprimen personalidad, con sus voces, dos adolescentes gallegas, la lucense Lucía Serén y la compostelana Josephine Lockhart, más conocida como Pepa. Ellas son el alma de la protagonista. La productora de la película, Abano, contactó con la Federación Down Galicia, hace ya un par de años, para organizar un cásting del que saldrían las encargadas de dar vida al discurso de 'Valentina', en las versiones en gallego y castellano de la cinta.

La propia Chelo Loureiro lo había hecho antes, y también se había comunicado con otras asociaciones nacionales del síndrome de Down, para crear el personaje. Si algo tuvo claro, desde el primer momento, la cineasta ferrolana, es que no quería poner a una actriz de doblaje haciendo una imitación. No solo “porque es muy difícil” emular las voces de las personas con síndrome de Down, ya que “son muy características”. “Si estamos hablando de integración, no tenía sentido crear una farsa”, reconocía Loureiro recientemente.

Las entidades que representan al colectivo, y en concreto Down Galicia, acogieron con mucha ilusión el proyecto, tal y como explica su presidente. Delmiro Prieto, quien valora la película de Chelo Loureiro como “un paso más hacia la visibilización del síndrome de Down”, que “ayudará a que la sociedad sea consciente de las capacidades que tienen personas a las que, teóricamente, no se les suponen. “Tenemos que avanzar, poco a poco, para que una película como 'Valentina' deje de ser noticia por esta cuestión porque forma parte de la más absoluta normalidad. No obstante, para recorrer un camino hay que iniciarlo, este es un punto de partida y, como tal, bienvenido sea. Nuestra opinión sobre este proyecto, por tanto, no puede ser más positiva”, subraya Prieto.

Una experiencia “inolvidable”

Si cabe aún con más ilusión acogen la llegada de la película a los cines Lucía Serén y Pepa Lockhart, encantadas de escucharse en la gran pantalla y, sobre todo, de poner sus voces a una niña “súper extrovertida y alegre”, resalta Pepa. Tanto ella como Lucía coinciden en que “lo peor” de la grabación es que tuvieron que “ensayar mucho y repasar en casa”. “A veces había que repetir mucho algunas escenas, y eso era un poco rollo”, comenta Pepa. Ambas insisten, no obstante, en que la experiencia ha sido “inolvidable”. Y no solo por el hecho de convertirse en actrices de doblaje. Durante las grabación de las voces, que se desarrolló en Cambre y O Milladoiro, estas adolescentes (entonces niñas) entablaron una gran amistad, que perdura a día de hoy.

“Antes no nos conocíamos y ahora somos muy amigas. Seguimos haciendo vídeollamadas, y aunque Pepa vive en Santiago y yo en Lugo, quedamos para jugar, ir de paseo...”, cuenta Lucía, quien revela que en el preestreno de 'Valentina' en Madrid, que tuvo lugar el pasado fin de semana, Pepa “se emocionó porque estaba nerviosa”, y ella la estuvo animando “todo el rato” porque, insiste, la quiere “mucho”.

Tanto Lucía como Pepa se muestran muy contentas con la nominación de 'Valentina' al Goya. La cinta opta al premio en la categoría de mejor película de animación, y las dos adolescentes gallegas confían en poder asistir a la gala de entrega de los galardones, que se celebrará el próximo 12 de febrero en el Palacio de las Artes Reina Sofía de Valencia, aunque aún no es seguro que lo hagan. Ellas, muy discretas, no sueltan prenda.

Sí comenta Pepa, que sueña con ser peluquera, que le encantaría ir para “lucir como una princesa”. “Ponerme un vestido bonito e ir tan guapa como las estrellas de cine”, señala al otro lado del teléfono, divertida. Lucía va más allá, y puestos a pedir, le gustaría acudir a la ceremonia y que esta incluyese una actuación del cantante David Bisbal”. “Lo veo en el programa La Voz, me gusta mucho como canta y como hace de coach y me haría muuuuy feliz verlo en persona”, subraya, ilusionada. Quién sabe si la Academia de Cine, organizadora de la gala, o el propio Bisbal, recogerán el guante. De aquí a un par de meses se verá. Como dice la abuela de Valentina, “nada es imposible”.