Como en cualquier otro lugar en los restaurantes también se viven situaciones inimaginables. No es la primera vez que la experiencia de un cliente acaba viralizándose en las redes por insólita, surrealista y hasta puede que desagradable. Lo que resulta más extraordinaria es que la causa de ellas nada tenga que ver con la calidad del menú y sí con la situación sentimental de quien te lo sirve.

Esto pasó en un establecimiento hostelero de cuya ubicación no se ofrecen pistas en el comentario que los afectados han colgado en internet y que acaba de compartir la cuenta  ‘Soy Camarero’ titulándolo así: “Pues parece que les interesaba bastante el drama a los clientes”.

“Nos hemos sentado en la mesa a las 14.00 horas. Para comer un menú del día mientras visitamos el museo de la ciencia”. Hasta aquí nada anormal. El problema viene a continuación: “Son las 15.45 y todavía estamos esperando en la mesa con los segundos platos sin retirar y esperando a los postres”.

Son casi dos horas de espera sí, pero incluso esto podría tener un pase. ¿Algún problema en la cocina? ¿Un corte de luz? ¿Una indisposición del dueño? Pretextos como estos se entenderían aunque los comensales tuvieran la paciencia totalmente colmada. Solo que en este caso, la explicación que narran los clientes raya lo esperpéntico y da sentido al titular del post de la citada cuenta.

“A nuestro camarero, su novia Vanesa se la ha pegado con otro, con lo cual lleva 3 llamadas, discutiendo con ella, y 5 o 6 paradas para enviar mensajes. Se ha liado con otro porque él no quiso salir de fiesta”.

Puede que la historia no acabase en este punto. Porque parece que a los comensales lo que más les importaba era saber cuánto más deberían esperar por los postres. “A todo esto, aquí seguimos esperando”, zanjan.