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La OMS desaconseja el uso de plasma de pacientes postCOVID como tratamiento

Asegura que “a pesar de la inicial promesa” la evidencia actual demuestra que no mejora la supervivencia ni reduce el uso de ventilación mecánica

Donación de plasma de un paciente postCOVID en el Nicolás Peña.

El tratamiento con plasma sanguíneo de personas convalecientes de COVID-19, es decir de personas que han superado la dolencia, definitivamente no es efectivo. Ayer mismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitía un comunicado señalando que lo desaconsejaba atendiendo a un grupo de expertos internacionales.

La OMS señalaba que “a pesar de la inicial promesa”, la evidencia científica actual muestra que “no mejora la supervivencia ni tampoco reduce la necesidad de la ventilación mecánica”, al tiempo que subrayaba que era caro y consumía tiempo a las plantillas para su administración.

Hay que recordar que en los primeros meses de la pandemia se creía que sí podía servir de ayuda. Hospitales de Galicia lo aplicaron en ocho pacientes. De hecho, el área sanitaria de Vigo se alzó como pionera entonces. Era en un momento complicado en la primera ola en la que se sabía mucho menos del virus que ahora y en el que la escalada de casos positivos y fallecimientos hizo a los facultativos probar diversos tratamientos para combatir el SARS-CoV-2.

Ya en septiembre de 2020 cerca de 40 científicos participaron en el ensayo PlasmAr, en el Hospital Italiano de Buenos Aires, en la capital argentina. Como conclusión, señalaron que no había habido diferencias significativas entre el grupo de plasma convaleciente y el grupo de placebo.

Ahora, la OMS les da la razón al señalar una “fuerte recomendación” contra su uso en pacientes sin enfermedad severa y una no recomendación –a secas– de su empleo en enfermos con dolencia crítica o severa, a excepción de que se lleve a cabo en un contexto de un ensayo científico controlado.

Este consejo de la Organización Mundial de la Salud se basa en los resultados de 16 ensayos en los que se analizó la evolución de 16.236 pacientes con COVID-19 severo, crítico y no severo.

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