La vacunación infantil contra el COVID-19 comenzará en Galicia a partir del día 14 si se mantienen las previsiones de llegada de los viales de Pfizer, aunque la comunidad solo dispondrá en un primer momento de la mitad de dosis necesarias para proteger a los 130.000 niños de 5 a 11 años que viven en el territorio. De los 1,3 millones de vacunas que espera recibir el Ministerio de Sanidad el día 13, a Galicia le corresponderían entre 55.000 y 58.000, pues el reparto se realizará en función de la población diana, es decir, de los menores comprendidos en esa franja de edad.

“Si tenemos vacunas ya el día 13, empezaremos a administrarlas inmediatamente”, aseguró ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, tras la reunión semanal del Consello de la Xunta, aludiendo a las previsiones ofrecidas por Sanidad en la reunión con las comunidades celebrada ayer en Córdoba.

Feijóo señaló a los menores como un “vector de contagio” en la sexta ola que sufre ahora no solo la comunidad, sino toda Europa y que se produce en paralelo al descubrimiento de la variante ómicron.

Alegó que de los 1.300 contagiados detectados en las escuelas gallegas, mil son menores de 12 años, es decir, el colectivo no vacunado. “La franja de dificultad está en los niños de 11 años para abajo”, sostuvo en rueda de prensa. En los últimos siete días, por ejemplo, Educación cerró 106 aulas en la comunidad, el doble que la semana anterior,

Los datos corroboran esa afirmación, pues las cifras del Ministerio de Sanidad reflejan que los menores de 12 años son el grupo de edad con más incidencia de coronavirus, con 467 casos por cada cien mil habitantes en 14 días. En ese caso, el segundo grupo de edad con más contagios son los gallegos de 40 a 49 años, con 302 casos, lo que muestra la transmisión del virus en los hogares de hijos a padres.

Una vez recibida la luz verde de las autoridades europeas, Galicia y el resto de autonomías se preparan para inmunizar a los niños. El martes se reunirá la Comisión de Salud Pública para decidir los criterios con que se aplicarán los primeros viales de Pfizer –adaptados a los menores, con menor carga que los destinados a adultos–, insuficientes para el colectivo diana.

Aun así, Feijóo apuntó que los primeros menores convocados para los pinchazos serán “los niños inmunodeprimidos”. De momento, la Xunta carece de un lugar específico para afrontar esta campaña de vacunación infantil, si bien el titular de la Xunta apuntó a los vacunódromos como los más idóneos para esta tarea.

Galicia también acelerará en la campaña para la tercera dosis. Mañana comenzará a administrar la dosis de refuerzo para el personal sanitario y el 19 iniciará esa tarea con los menores de 60 años. Sus previsiones son concluir la inmunización de quienes superan esa franja de edad y personal sanitario y sociosanitario esa fecha, justo antes de las fiestas navideñas.

El certificado COVID se extiende

Galicia supera la incidencia media estatal de casos de COVID-19 en una escalada constante durante los últimos días. El incremento de la sexta ola ha forzado a la Xunta a extender la exigencia del certificado COVID a lugares cerrados, como gimnasios, hospitales de día, unidades de diálisis o residencias de mayores. La presentación de la documentación que acredita que una persona está vacunada ya es obligatoria en el ocio nocturno, en restaurantes durante todo el día y en cafeterías a partir de las 21:00 horas, pero ahora se extiende a nuevos ámbitos para tratar de atajar la expansión del virus, si bien la medida requiere autorización de nuevo al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). El subcomité clínico del Sergas analizará hoy o el lunes los detalles de ese requerimiento a la justicia.

Feijóo anunció ayer esta medida y urgió a reducir las interacciones sociales durante el puente de la Constitución que se inicia esta noche y las Navidades. “Si la interacción social de estas fiestas se hace de forma adecuada y no hay aglomeraciones en la calle, se conserva la mascarilla en interiores y los locales ventilados, podríamos librar”, expuso sobre el pico de esta sexta ola y la posibilidad de tener que aplicar nuevas restricciones más severas. Por ahora, alegó, “son innecesarias” porque los enfermos presentan síntomas leves y el nivel de hospitalización es bajo. La evolución de la sexta ola inquieta en San Caetano, donde el Ejecutivo maneja dos escenarios. El “optimista” pasa por alcanzar el pico de forma inminente, mientras que el más pesimista sitúa ese momento a finales de mes o comienzos de enero, lo que dispararía los contagios y previsiblemente obligaría a intensificar las restricciones, según detalló Feijóo, que señaló los eventos sociales del puente como clave.