El terapeuta de la pintura

Yayo Quesada (1d) realiza una visita guiada a su exposición en Porto do Molle.

Yayo Quesada (1d) realiza una visita guiada a su exposición en Porto do Molle. / Y. Q

Mar Mato

Mar Mato

VIGO

Charlar con Alejandro Yayo Quesada es asegurarse una conversación divertida al tiempo que se planea en el universo creativo de uno de los integrantes de una de las familias más artísticas de Galicia y España: los Quesada.

Repasemos. Su padre, Fernando Quesada; su madre, Ana Legido; sus tíos Xaime y Antonio Quesada; su hermana, Marieta Quesada; sus primos Xaime y Heriberto Muela Quesada, más María Fe Quesada.

Ante tal nómina no es de extrañar que Yayo Quesada se amilanase en sus comienzos para exponer por primera vez. Pero tras una fuerte conversación con su tío Xaime –al que califica como “el peor profesor de pintura del mundo”–, recapacitó y dio el paso decisivo con una exposición en DUA2. “Lo vendí todo el primer día. Arrasé. Bueno, mal pintor no soy, pero tampoco soy un genio. Antes, en las ventas, tiraba mucho el apellido. Eso era antes de la crisis del ladrillo", recuerda.

Estos días conmemora los 20 años que han transcurrido desde aquella primera muestra con una exposición retrospectiva en Porto do Molle, Nigrán, concretamente, en la nave 5E, del número 22 de la Rúa do Labrego.

Es con esta muestra con la que sus amigos de la fábrica de cerveza artesanal Trisk-Ale inauguran su sala de exposiciones con horario de 11.30 a 19.00 horas.

"La pintura te desconecta del mundo. Es una terapia impresionante"

En esta exposición podremos ver cómo ha ido evolucionando su expresión artística, comenzando con el acrílico de los “principiantes” cuando partía de la mancha de color sobre el lienzo para, tras observarla con su oukelele, aplicar el juego de adivinar formas en las nubes, y comenzar a sacar formas del cuadro.

Tras esta primera fase, acabó pasando al óleo para años después desembocar en el surrealismo, pero sin llegar a los extremos de Dalí. “En pintura, tienes que tener un estilo. Todo lo que sale, lo hace de mi coco. Es muy divertido. Yo recomiendo la sorpresa”, señala el artista afincado en Sabarís, para agregar que “mi pintura es el subconsciente que sale de una mancha. Yo esculpo pintando”. Lo logra con sus paisajes submarinos, elaborados entre 2017 y 2018.

Ahora, defiende que está “en la segunda fase” de su vida. “Pinto por diversión, matiza; para relajarme. Lo que más me gusta es estar en mi estudio, con mi música, mis cuadros”.

En un momento de la conversación, surge la cuestión de si cualquier persona puede ejecutar una obra de arte. Yayo Quesada no lo duda. “Totalmente. La pintura te desconecta del mundo. Es una terapia impresionante. Cualquiera puede hacer arte, pero dependerá mucho del gusto que tengas”, señala para después indicar que “yo aprendí la pintura como un oficio, no como un artista considerado como un iluminado”.

Respecto a su retrospectiva, también se muestra franco: “En las exposiciones hay cuadros de los que no te sientes orgulloso; pero en esta estoy orgulloso de todos”.

Si como público se enamoran de alguna de las pinturas que ofrece en la muestra, han de saber que no están en venta. Forman parte principalmente de su colección personal, con alguna cesión temporal de algún coleccionista privado. No obstante, si desean adquirir obra de Yayo, sí podrán comprar las de su estudio.

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