Portugal impondrá en la primera semana de enero un nuevo confinamiento. Entre el 1 y el 9 del próximo mes de enero se cerrarán los colegios, se impondrá el teletrabajo y se clausurarán los negocios de hostelería.

Además, se toman otras medidas más inmediatas y para comer en los restaurantes y alojarse en los hoteles de Portugal será ya imprescindible desde el 1 de diciembre disponer del certificado COVID. Es una de las medidas anunciadas ayer por el primer ministro portugués, António Costa, para contener la subida de contagios en el país vecino, que lleva dos días superando los 3.000 nuevos casos diarios, lo que equivaldría, en relación a la población, a unos 14.000 en España o a unos 1.000 en Galicia. La incidencia a 14 días por 100.000 habitantes de Portugal era el miércoles de 286 casos, según la base de datos Our World in Data, de la Universidad de Oxford.

El pase COVID será obligatorio también para acceder a eventos con asiento marcado y gimnasios, informó ayer Efe. Para visitar residencias y hospitales, acceder a grandes eventos o a recintos deportivos y a discotecas y bares se exigirá, además del certificado digital, un test negativo. La mascarilla será obligatoria en todos los espacios cerrados, al igual que en España, pero no en la calle.

“Tenemos que estar permanentemente atentos y acompañar la evolución de la situación y buscar anticiparla cuando sea posible para controlar la pandemia”, señaló Costa. La cifra de fallecidos por COVID aumentó ayer con 15 muertes más, mientras que los enfermos ingresados en cuidados intensivos son más de un centenar. Hay cerca de 50.000 casos activos, una cifra que en la población de Galicia, algo menos de un tercio de los 10,3 millones de habitantes de Portugal, sería de unos 15.000 infectados. La región de Lisboa y Valle del Tajo, con 1.096 contagios, encabeza el incremento diario, por delante de la zona Norte, que registró 696 positivos.

Tras las fiestas navideñas, el país vecino reforzará esas para evitar que las reuniones familiares provoquen una escalada de contagios, como ya ocurrió el año anterior. Por ello, entre el 2 y el 9 de enero –llamada por Costa la “semana de contención de contagios”– será obligatorio teletrabajar y se cerrarán las escuelas –se aplaza una semana el inicio del nuevo trimestre– y hostelería.

Además, el país pasará a partir del 1 de diciembre al estado de calamidad, un escalón por debajo de la emergencia, para tener el marco legal necesario para poder implementar todas las medidas anunciadas. También a partir del 1 de diciembre se exigirá un test de coronavirus con resultado negativo a todos los pasajeros que entren por vía aérea en el país, aunque dispongan de certificado de vacunación.