Primero fue la Organización Mundial de la Salud, que el martes alertó de 700.000 muertes de aquí a primavera en Europa ante el avance de la sexta ola de la pandemia de coronavirus. Y veinticuatro horas después, el Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades (ECDC, según sus siglas en inglés) advertía del riesgo “muy alto” de contagios y muertes en el continente en diciembre de este año y enero del próximo “a menos que se apliquen medidas de salud pública en combinación con un esfuerzo continuo para aumentar la vacunación de toda la población”. Por ello, urgía a administrar una dosis extra de la vacuna a toda la población adulta, priorizando a los mayores de 40 años. En España, por el momento está aprobada la dosis de refuerzo para los mayores de 60 y los profesionales de la sanidad y las residencias de mayores, así como para los vacunados con Janssen.

Las recomendaciones del ECDC no son obligatorias para los Gobiernos de la UE, pero se utilizan para tomar decisiones en materia de salud. Tras la rueda de prensa de los responsables de este organismos, la presidenta de la Comisión Europea , Ursula von der Leyen, colgaba en las redes este mensaje: “Las dosis de recuerdo deben estar disponibles para toda la población adulta, con prioridad a las personas mayores de 40 años”.

La directora del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), Andrea Ammon, argumentó al pedir esta dosis extra que estudios publicados con datos de Israel evidencian que la llamada “tercera dosis” es útil para “reforzar el efecto de la vacuna y también para proteger de la transmisión”.

Ammon también pidió nuevas restricciones para limitar la expansión del COVID, especialmente en los países, donde el porcentaje de vacunación es inferior al 80%. Solo el 65% de la población europea ha recibido las dosis de la primera ronda de vacunación y en varios países de la UE no se ha llegado al 50%.No es el caso de España, donde el 89,2% de la población diana tiene la pauta completa, y en Galicia, la cifra escala hasta el 93,5%. En todo caso, también apuntó: “Se observa un empeoramiento epidemiológico incluso en los países con ratios de vacunación más altas”.

También avisó de que la mayoría de las hospitalizaciones en las próximas semanas serán, de hecho, personas que no hayan sido vacunadas.

“Llevar mascarilla, teletrabajar, reducir las multitudes en el transporte público, lavarse las manos, evitar concentraciones de gente... Aún tenemos tiempo para Navidad, pero si la situación no mejora querrá decir que tenemos que tomar estas medidas en Navidades también”, aseguró la directora del ECDC, Andrea Ammon.

También llamó a los países de la UE a actuar rápido para no tener que aplicar medidas muy duras más adelante.“Si esperas a que los casos sean muy altos (...), tienes que llegar a medidas muy drásticas, como confinamientos completos. Pero si empiezas antes puedes aplicar medidas menos intrusivas y sostenidas en el tiempo”, explicó.

Por su parte, el jefe de estrategia de vacunación de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), Marco Cavalieri, en la misma comparecencia de prensa, apoyó plenamente las tesis del ECDC.

“Es el momento de empezar a pensar en dar una dosis de refuerzo a quienes recibieron la vacuna hace más de seis meses, empezando por los mayores”, dijo Cavalieri, quien sugirió que las dosis de refuerzo se puedan administrar a partir de los 18 años para frenar el avance de la variante Delta del virus. Señaló que los datos provisionales sobre las dosis de recuerdo sugieren que genera hasta tres veces más protección que las inyecciones iniciales y recordó que la EMA ya ha aprobado las terceras dosis de Moderna y Pfizer y está analizando la segunda de la vacuna monodosis de Johnson & Johnson.

El viejo continente, el centro de la pandemia con dos tercios de los contagios

Europa es en este momento el epicentro de la pandemia de coronavirus. De hecho, es la única región del mundo donde aumentaron los casos la semana pasada (11%) y sus contagios representan dos tercios de los casos globales (2,4 millones de un total de 3,6 millones). El viejo continente concentra además más de la mitad de los fallecimentos (29.000 de 51.000), advertía ayer la OMS, que atribuyó la nueva ola en Europa a la “falsa sensación de seguridad” que han producido las vacunas. “Muchos piensan que con las vacunas se ha acabado ya con la pandemia, y que los vacunados no tienen que tomar ya precauciones”, lamentó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien advirtió de que las redes sanitarias europeas vuelven a sufrir una intensa presión. Tedros alertó contra la variante delta del COVID, la predominante, que ha provocado que la tasa de reducción de los contagios con las vacunas haya bajado del 60 al 40 %. Los datos de ayer avalan el llamamiento de la OMS. Alemania, República Checa, Eslovaquia y Hungría han vuelto a registrar máximos históricos de contagio en la pandemia. Y en Italia y Francia, ya trabajan en nuevas restricciones. El Gobierno italiano aprobó ayer la obligatoriedad del certificado de vacunación o de haber superado la enfermedad para poder entrar en restaurantes y locales de ocio, mientras que se seguirá permitiendo la presentación de pruebas de detección del virus para viajar y trabajar. Actualmente en Italia para cualquier actividad e incluso acceder al lugar de trabajo es valido el certificado sanitario, que se puede obtener también con una prueba de antígenos negativa valida 48 horas. Por su parte, el Ejecutivo francés anunciará hoy nuevas medidas de contención del COVID-19 ante el aumento de la tasa de infección en todo el país. Pretende reforzar el distanciamiento social y acelerar su campaña de vacunación. También reforzará la normativa sobre el uso de la tarjeta sanitaria. El Gobierno galo ve probable que la situación empeore en los próximos días, ya que la tasa de incidencia superará los 200 en los próximos días.