El primer día del mes de noviembre es festivo nacional, es decir, hoy todas las comunidades autónomas disfrutan de un puente en el que se rinde culto a las personas que ya no se encuentran entre nosotros: es el Día de Todos los Santos. Pero mañana martes, 2 de noviembre, el calendario eclesiástico reserva la jornada para celebrar el Día de los Fieles Difuntos, aunque ese día ya no está estipulado como fiesta, y todos los españoles han de volver al trabajo.

Al estar relacionado ambos días con la muerte, muchas veces no se es consciente de lo que realmente se celebra, y se confunden estas fechas y su razón de ser tanto de una como de la otra. Entonces, ¿Qué es lo que realmente se celebra cada uno de estos días?

En realidad, en ambos días se rememora a los seres queridos fallecidos, pero existen algunas diferencias.

Todos los Santos

La Iglesia celebra el 1 de noviembre la festividad de Todos los Santos, es decir, todas aquellas personas anónimas que ya son santos. Es una fiesta que recuerda que todos somos llamados a la santidad en esta vida. Muchas personas asisten a las iglesias y acuden previamente a los cementerios para poner flores y velas sobre las tumbas y nichos de sus seres queridos. Las familias comienzan la celebración en la noche del 31 de octubre, es decir, la víspera de Todos los Santos.

En el Día de Todos los Santos, las familias acuden a honrar a sus muertos con flores y velas. Noé Parga

Fieles Difuntos

El Día de los Fieles Difuntos es un día religioso dentro de algunas iglesias cristianas, y se conmemora a todos los cristianos bautizados. La Iglesia cree que este grupo de fallecidos se encuentra en el Purgatorio, al morir con culpa de pecados menores en sus almas. De ahí que el objetivo de esta jornada sea orar por aquellos fieles que han acabado su vida terrenal y, en el caso católico, por quienes se encuentran aún en estado de purificación. Ese día, los creyentes ofrecen sus oraciones o sufragios, sacrificios y la misa para que los fieles difuntos de la Iglesia purgante terminen esta etapa y lleguen a la presencia de Dios.

El 2 de noviembre es la fecha en la que se celebra el Dia de los Fieles Difuntos, en el que los católicos rezan por las almas que han dejado la tierra, y purgan sus pecados antes de llegar a Dios. Iñaki Osorio

Aunque la iglesia siempre ha orado por los difuntos, fue a partir del 2 de noviembre del año 998 cuando se creó un día especial para ellos. Esto fue instituido por el monje benedictino San Odilón de Francia. Su idea fue adoptada por Roma en el siglo XVI y de ahí se difundió al mundo entero.

Hay, pues, una gran diferencia: en la fiesta del día 1 se celebra no solo en honor a los beatos o santos que están en la lista de los canonizados a los que la Iglesia asigna un día especial del año, si no que se honra a todos los que no están canonizados, pero viven ya en la presencia de Dios; mientras que en la del día 2, el ambiente es más de oración y sacrificio por los que están en el Purgatorio, como un paso previo para alcanzar esa presencia.