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¿Por qué media Europa se opone a acabar con el cambio de hora?

La fiebre por eliminar el cambio de hora ha remitido. Si en los años previos al inicio de la pandemia todo apuntaba a que 2019 ­–como mucho– iba a ser el último año de modificación horaria, la realidad ha demostrado que ha pervivido durante la pandemia y que todo apunta a que no se despedirá en breve. La culpa no la tiene el COVID-19, sino el propio debate interno en distintos países de la Unión Europea, que han comenzado a ver las repercusiones que tendría decir adiós a retrasar o adelantar la hora dos veces al año.

En la Comisión Europea, Jean Claude Junker “corrió muchísimo y de manera inconsciente. El Parlamento Europeo entró en la misma vorágine pero faltaba la tercera parte del poder europeo: el Consejo de la Unión Europea”, recuerda el profesor de la Universidade de Santiago de Compostela y físico Jorge Mira, uno de los sabios consultados por el Gobierno español para estudiar los puntos a favor y en contra de la eliminación del cambio horario.

El ajuste de la hora para el invierno llega esta noche: a las tres pasarán a ser las dos.

El ajuste de la hora para el invierno llega esta noche: a las tres pasarán a ser las dos. Sandro Camparo

Las palabras de Mira invitan a rebobinar hasta agosto de 2018, cuando el entonces presidente de la Comisión Europea, Junker anunció en dicho verano con fuegos de artificio en las palabras que el organismo europeo ponía en marcha los engranajes para aplastar y hacer desaparecer el cambio horario amparándose en que así lo deseaba una mayoría de personas de la Unión tras una consulta no vinculante.

Pero el anuncio administrativo y la euforia inicial se encontraron contra el muro de hormigón de la realidad, que prosigue hoy en día. Los estados miembro “que son los que tienen que aplicar la medida, se empiezan a dar cuenta de que la cosa no es tan fácil como parecía”, explica Jorge Mira.

Para que lo comprendamos mejor, el científico gallego pone varios ejemplos. “En Italia, si pones –señala– el horario de invierno todo el año, en la costa Adriática desde la punta de la bota hasta la frontera arriba con Suiza y Austria, estaría amaneciendo a las cuatro de la mañana. En Alemania, si hicieran lo mismo, en junio les amanecería a las tres y media en Berlín. En Cataluña, en Girona, saldría el sol entre las cinco y las seis de la mañana cuatro meses al año. Habría unas distorsiones brutales entre países de lo que sería el día”.

Mientras haya divergencias entre países no se podrá eliminar el cambio horario, ya que hay que cumplir con una directiva europea que obliga a todos los estados miembros de la Unión a adoptar la misma decisión en esta materia. Es decir, o cambian todos los estados de hora o no se modifica en ninguno.

Ante estas situaciones, el físico defiende que “hay que cambiar la hora porque el camino del sol por el cielo cambia muchísimo a lo largo del año. Hay cuestiones que no se están analizando porque la gente no está reflexionando sobre las consecuencias”.

Respecto a esto último, trae a colación un estudio reciente –efectuado por el profesor José María Martín Olalla, de la Universidad de Sevilla– que comparó el sueño de los alemanes con el de los ingleses, “que están en la misma latitud más o menos. El estudio concluía que los alemanes se levantan media hora antes de lo normal”.

Prosigue que “lo normal sería activarse con la línea del amanecer, pero los alemanes lo hacen media hora antes porque durante cuarenta años dejaron de hacer el cambio estacional de hora, mientras que los británicos no [ya que llevan aplicando el cambio de hora estacional desde el año 1918]. Los ingleses no tienen tanta diferencia entre la salida del sol de verano y la salida del sol en invierno”.

“Si no hiciésemos el cambio estacional de hora el sol saldría muy temprano”

Jorge Mira - Físico

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Jorge Mira

Mira advierte de que si la gente no realiza el cambio estacional de hora, acabará viendo que el sol sale muy temprano y, por lo tanto, se activará antes. “El problema radica en que en invierno no te puedes activar antes”, señala.

En el caso de Galicia, reflexiona que “si no hacemos el cambio estacional de hora tendríamos una diferencia de más de tres horas entre el punto más temprano y más tardío de la salida de sol cada seis meses”.

“El sol –agrega– saldría muy temprano, por lo que el cuerpo reaccionaría levantándose más temprano. Ese hábito arrastraría a la población a que en invierno se levante más de noche que ahora”.

Respecto a quienes acentúan las quejas sobre el cambio horario en las molestias de los primeros días tras el ajuste (somnolencia, más cansancio...), Jorge Mira pide que se compare con las molestias que se originan con la vacunación.

“Cuando –expone– te pinchan en el brazo, este te duele pero te vacunas para estar después bien durante mucho tiempo. Con el cambio de horario ocurre lo mismo, tienes una incomodidad unos días para después estar bien durante varios meses”.

Pero no todos los científicos coinciden con Jorge Mira. Desde la Sociedad Española del Sueño se oponen a la modificación horaria por los efectos “negativos” en el sueño.

“Cambiar el horario tiene consecuencias negativas sobre el descanso nocturno”

Pablo Vicente - Neurólogo

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Pablo Vicente

“El hecho de cambiar el horario tiene consecuencias negativas para el descanso nocturno”, señala el neurólogo Pablo Vicente Alba, del Hospital Álvaro Cunqueiro. Añade que “a peor descanso nocturno, peor rendimiento durante el día. Eso puede durar durante un tiempo determinado, más o menos, alrededor de una semana, que es lo que tardamos en acostumbrarnos”.

Pero si el ajuste a un nuevo horario de invierno causa incomodidades, el doctor Pablo Vicente Alba –que forma parte de la Sociedad Española del Sueño– señala que “el horario de verano se considera peor porque nos expone a menos horas de luz de sol y eso tiene efectos negativos a nivel de la salud”.

Luz solar y hormonas

Sobre este punto, señala que la luz del sol “cambia el ritmo de la regulación hormonal”, además de ser uno de los estímulos “principales” para segregar la melatonina, la hormona que nos estimula a la hora de irnos a dormir, que nos da sueño.

Preguntado sobre los consejos que facilitan a las personas que se acercan a su consulta por alteraciones en el sueño derivadas del cambio estacional de hora, el neurólogo del complejo hospitalario vigués subraya que “lo que hacemos es dar hábitos y rutinas de vida más que una medicación en sí. Se insiste en que el paciente debe realizar ejercicio diario y ligero con exposición a la luz solar, si es en las primeras horas del día, mejor”.

De esta manera, mantener la rutina diaria es vital, pero también evitar las siestas. En caso de que no se puedan suprimir, el neurólogo vigués aconseja que sean cortas. También recomienda evitar ejercicio en las últimas horas del día. No olvida indicar que la gente se abstenga de tomar bebidas con cafeína o estimulantes en las horas finales del día para conciliar mejor el sueño.

El reloj se atrasa una hora esta noche a las tres 

Un otoño más, el cambio de hora estacional vuelve a nuestros relojes, hogares y vidas. Pensábamos años atrás que nos libraríamos de él, pero aquí está. 

Así que en la noche de entre hoy sábado y mañana domingo, cuando marquen las tres de la mañana, tendremos que marcar las dos en los relojes, en caso de que estos no se actualicen automáticamente. Cumpliremos así con la normativa europea. 

Si viven en Vigo, no olviden que aun así seguirán habitando la ciudad del continente europeo donde más tarde se pone el sol, toda una suerte para arañar más luz para nuevas vidas.

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