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Temporal

El invierno que viene: ¿esperando a 'Filomena'?

Los grandes modelos meteorológicos prevén un trimestre invernal más seco y cálido pero no pueden precisar si se repetirá un episodio extremo como el de enero de 2021

Efectivos de la UME realiza trabajos de rescate de vehículos durante la borrasca Filomena. José Luis Roca

Visto ahora, tras haber acabado de pasar el sábado con la luz más cara de la historia de España (226,21 euros el megavatio hora), parece un chiste, y de mal gusto. Pero en enero de 2021, la borrasca ‘Filomena’, que trajo consigo una devastadora ola de frío y nieve, disparó la factura eléctrica de los españoles. La luz se puso dos días después de Reyes a 94,99 euros por kilovatio hora. Lo dicho. Parece ahora una broma, pero fue entonces el segundo precio más alto registrado en España. El anterior databa de 2002. El precio del gas tampoco se quedó hace casi un año a la zaga (38,9 euros por MWh). Desde este octubre, la tarifa del gas ha subido en algunos tramos hasta el 10,6%.

Precio del MWh en España

Con las tarifas actuales, ¿podremos afrontar la llegada de una borrasca como ‘Filomena’ o la primaveral DANA ‘Gloria’? ¿Qué probabilidades hay de que se repita un fenómeno similar durante el próximo invierno?

La predicción meteorológica a medio y largo plazo es una ciencia compleja y flexible. Se basa en modelos matemáticos que perfilan los escenarios más probables, pero deben ser revisados continuamente y nunca pueden ser considerados como profecías infalibles. Lo sabe bien el flamante Nobel de Física Giorgio Parisi, galardonado por su visionario sistema para analizar la evolución de la crisis climática.

Mañana de bajas temperaturas en Madrid, en enero de 2021. José Luis Roca

Es precisamente el calentamiento global uno de los factores que hace más imprevisible la aparición de fenómenos adversos. Episodios de frío y de calor extremos que rompen la tendencia global o la previsión general pero que irrumpen con cada vez más frecuencia.

Anomalías de temperatura en invierno.

No es descartable que se pueda repetir un fenómeno como ‘Filomena’, aunque es imposible aventurar con tanta antelación si ocurrirá”, explica Iván Domínguez, meteorólogo de Meteoclim Services. ”Lo que sí podemos saber es por dónde irán los tiros este invierno”, afirma.

¿Y qué dicen los modelos hasta ahora sobre lo que pasará entre diciembre y febrero? Domínguez presenta dos de los más prestigiosos: el del Centro Nacional de Predicción Ambiental de EEUU (NCEP, por sus siglas en inglés) y el del Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo (ECMWF). Ambos coinciden en líneas generales.

-NCEP: Según las tendencias mostradas por este modelo, las temperaturas serán en invierno ligeramente más elevadas (entre 0,5 y 1 grado) de lo que es habitual en esta época del año en la mitad norte de la Península. En Europa central esta “anomalía cálida” irá de 1 a 2 grados.

Modelo de predicción de temperaturas en invierno del NCEP.

Sobre la tendencia de precipitaciones, en el conjunto de Europa no se prevén grandes diferencias con lo que es habitual, pero se apunta que en la parte occidental de la península ibérica se espera que llueva o nieve menos.

Modelo de precipìtaciones invernales del NCEP.

ECMWF: Este modelo utiliza indicadores diferentes al anterior, pero la conclusión es similar: existe una probabilidad de entre un 40% y un 60% de que en el conjunto del territorio español la temperatura sea superior a la que es habitual (las zonas naranjas o rojas del mapa).

Modelo de temperaturas del ECMWF.

En cuanto a la previsión de precipitaciones hay una leve diferencia con el modelo anterior. Según el ECMWF, en el Mediterráneo occidental existe una probabilidad de entre un 40% y un 50% de que llueva más de lo habitual.

Precipitaciones invernales previstas por el ECMWF.

Hasta aquí lo que dicen los modelos basados en ecuaciones de datos obtenidos en los océanos, la atmósfera y el hielo marino. Y, en líneas generales, acertarán. Pero nadie se atreve a decir si este invierno, por ejemplo, se moverá el vórtice polar, la masa de aire frío que rodea los polos. El invierno pasado se desplazó al sur, lo que dio pie a un rosario de desastres meteorológicos y una sucesión de borrascas en América del Norte y Europa.

“Es muy difícil de predecir”, afirma Domínguez. Se calcula, aunque no se sabe a ciencia cierta, que el desplazamiento del vórtice se produce cada tres o cuatro años. Nadie puede darlo por hecho.

Como nadie puede dar por hecho que ‘Filomena’ no nos volverá a visitar este invierno. 

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