Galicia llega a la nueva normalidad como un alumno responsable al final de curso: con todas las asignaturas aprobadas, y con nota. Es pronto para afirmar que la crisis ha terminado, ni mucho menos la pandemia, pero la incidencia ha caído a niveles de riesgo bajo, lo que pasado mañana se traduce en aforos al 90% y otros alivios en las restricciones. Será el último paso antes de alcanzar lo que Sanidade considera lo más parecido a la “normalidad absoluta” prepandemia, que se anunciaría en torno al 19 de octubre si la evolución epidemiológica continúa siendo favorable.
Sabemos que el coronavirus no se toma vacaciones, pero las autoridades sanitarias han decidido que toca “convivir” con él. Si nada se tuerce, y gracias a la alta cobertura vacunal, entraríamos en una fase endémica en la que la prevalencia del virus será menor a la epidémica, y los casos y muertes se mantendrán en límites tolerables –sea lo que sea eso–, como ocurre con la gripe. En este nuevo escenario, Galicia llega con ventaja en cuanto a incidencia, mortalidad, vacunación, presión hospitalaria y letalidad.
Mientras que otras comunidades han anunciado a bombo y platillo el fin de las restricciones, como Castilla-La Mancha, Navarra, Euskadi y Madrid, Galicia ha optado por un perfil más bajo y una desescalada más progresiva, con “sentidiño”, y eso que presenta mejores indicadores que la gran mayoría.
El dato de referencia de la situación epidemiológica, el de la incidencia acumulada a 14 días, era ayer de 19,76 casos por cada 100.000 habitantes, claramente por debajo del umbral de 25 que marca la “nueva normalidad”. Solo Asturias tiene mejor este indicador (15,12).
El grado en el que el virus ha afectado a la población ha sido menor en Galicia: tiene el 5,7 por ciento de la población de España pero ha sufrido solo el 3,67% de los casos (182.436 del total de 4.967.200 en el conjunto del país).
De esos 182.436 casos totales confirmados en Galicia, más de la mitad corresponden a tres áreas sanitarias: A Coruña y Cee (43.098, el 23.62 por ciento), Vigo (37.647, el 20.63%) y Santiago y Barbanza (26.955, el 14,77%).
Mortalidad
Galicia ha tenido también una mortalidad menor a la que le correspondería por número de habitantes: 2.639, el 3,04 por ciento de las muertes de España. Esta proporción se aprecia mejor con el dato de fallecidos por millón, que en Galicia es de 976. Solo las dos comunidades insulares, Baleares (809) y Canarias (452) presentan una mortalidad menor. Encabezan esta trágica estadística Castilla-La Mancha (3.264) y Castilla y León (3.048), seguidas de La Rioja (2.629) y Madrid (2.428 fallecidos por millón).
En este apartado hay que seguir haciendo una aclaración: como ha informado FARO en varias ocasiones, la cifra real de fallecidos dista mucho de la que ofrece el Ministerio de Sanidad, que ayer tarde notificaba 86.678. Hay tres comunidades que incluyen, en sus páginas web oficiales, miles de muertos más que los informes ministeriales. Es el caso de Madrid (9.210 fallecidos más), Cataluña (8.237 más) y Castilla y León (4.324 más). En total, son al menos 21.771 fallecidos más que los que recoge la estadística ministerial, por lo que la cifra real de decesos supera ya los 108.000. Madrid aclara que sus datos abarcan no solo las defunciones con confirmación de COVID-19, sino también los fallecidos con sospecha de infección, tal y como recomienda la Organización Mundial de la Salud.
En cuanto a la letalidad global de la pandemia–el porcentaje de personas contagiadas que terminan falleciendo antes de negativizar–, Galicia registra un 1,4%, tres décimas por debajo de la media nacional, que es del 1,7%, pese a que la gallega es una de las comunidades con la población más envejecida. También lo es Asturias, que presenta la peor cifra en este indicador, el 2,9%, según los datos del Ministerio de Sanidad.
La presión hospitalaria está en niveles muy bajos. Galicia tiene el menor porcentaje de camas ocupadas por pacientes de COVID de todas las comunidades, tanto en ucis (1,20%) como en planta (0,41%).
La quinta ola sigue en descenso, y aunque no se ha igualado el dato de incidencia acumulada a 14 días de toda la epidemia, que fue de 0,89 casos el 24 de junio de 2020, poco después del final del primer estado de alarma, la situación actual no tiene que ver con aquella gracias a las vacunas. Galicia presenta el mayor porcentaje de vacunados con la pauta completa sobre la población diana (mayores de 12 años), el 92,5%, seguida de cerca por Asturias, con el 92,1%, y Extremadura, con el 91,9%.
Queda todavía la incógnita de si se vacunará a los menores de 12 años, que al no estar protegidos constituyen el grupo de edad con mayor incidencia del virus en todas las comunidades, y vigilar la aparición de nuevas variantes –la delta supone ahora el 100% en Galicia–, pero cada vez es más intensa la luz al final del túnel.
