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Erupción en La Palma | La opinión del experto

Stavros Meletlidis: "Hay que entender que la lava no es un espectáculo, hay que estar con quien lo ha perdido todo"

El geólogo del IGN afirma que "dentro de un proceso eruptivo hay fases más explosivas, otras menos y parones"

Stavros Meletlidis, geólogo del Instituto Geográfico Nacional, el jueves en El Paso.

Stavros Meletlidis es geólogo del Instituto Geográfico Nacional (IGN) y lleva siguiendo la erupción de La Palma desde su fase previa. Un proceso cambiante en el que ha estado junto a los vecinos.

Tras una semana de erupción volcánica en La Palma, ¿cómo está viendo su evolución?

La evolución que está teniendo el volcán entra dentro de un patrón general de erupciones en Canarias, con una fase explosiva, fuente de lava y flujo de lava posteriormente. Es lo que se ha contado de las erupciones históricas y lo que se ha sacado de los datos geológicos de los episodios más antiguos. Aquí en Canarias casi siempre, por no decir siempre, con alta probabilidad, lo que tenemos es una erupción fisural con una actividad energética y luego el flujo de lava que puede durar lo que dure y que puede tener parones. La pausa puede ser de horas, días o semanas. En Islandia hace poco tuvimos una erupción donde el volcán dejó de funcionar una semana, no digo que vaya a pasar lo mismo pero hay que estar pendiente de la situación.

Precisamente, este lunes comenzó el día con un parón en la emisión de lava, ceniza y demás materiales magmáticos. Después se ha reactivado. Es decir, ¿están abiertos todos los escenarios?

Sí, dentro del proceso eruptivo hay fases con más explosividad, con menos, con parones. O vuelta a empezar. El ascenso del magma depende de tantas cosas, los tiempos no están establecidos. Puede volver a tener solo un flujo de lava o seguir como está ahora [con una leve columna de ceniza, aunque poco después de realizar esta entrevista el volcán volvió a emanar lava y piroclastos].

Esto entra dentro de la dinámica de la erupción, ¿qué hace cambiar la misma?

Entra dentro de un proceso volcánico normal. En la ecuación de qué va a pasar próximamente hay muchas variables. Hay que ver la cantidad de magma, si tiene gas, el gas que se puede encontrar esta en el camino, si viene de una profundidad o de otra, si ha cambiado la geometría del terreno.

La directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, explicó este lunes que pasado solo una semana el volumen de material emitido a la superficie es de 46,3 millones de metros cúbicos, mayor que el del Teneguía (43 millones), ¿esto es señal de un mayor nivel de actividad o energía?

No. Lo único que indica la colada es que el magma que se está involucrando en la erupción tiene un volumen mayor en las profundidades, pero ahí no tiene nada que ver la explosividad, ni la intensidad de la actividad volcánica. Simplemente el magma tiene mayor volumen. La energía que puede tener una erupción no depende del volumen.

¿Se ha calculado cuánto magma puede quedar por salir a la superficie?

Siempre se hacen estimaciones y cálculos de qué hay debajo. Pero son modelos simples. Hay que entender que la Tierra no es hueca por debajo, el magma está metido en los poros de la roca, entonces cuando se hacen los cálculos existe incertidumbre. Esto es solo un modelo. No se puede estimar todavía; aparte de la lava hemos tenido la construcción del cono y la ceniza o lapilli que incluso ha alcanzado otras islas.

Este lunes, se produjo un pequeño enjambre sísmico en la zona de Fuencaliente. ¿Existe posibilidad de una erupción en otra parte de la Isla?

Ese proceso no se puede vincular necesariamente. Hay que ser cautos y necesitamos más datos de la red de vigilancia. Durante la actividad que teníamos antes de esta erupción había de 100 a 150 terremotos cada diez minutos, entonces la veintena en el sur no es un número alto; como hemos hecho en este proceso, hay que hacer una evaluación correcta.

Ser cautos y seguir observando el terreno.

Claro, estamos 24 horas al día mirando toda la red.

¿Cuál está siendo su papel dentro del proceso de vigilancia que se está llevando a cabo?

Mi trabajo se centra en dar un enfoque geológico a los datos que nos da la red de vigilancia volcánica, porque al fin y al cabo todos los elementos están montados para analizar un proceso geológico. Interpretar lo que se registra, todo es un conjunto y hay que ponerlo punto por punto.

En redes sociales ha elogiado a la población palmera, ¿la población de la Isla ha sabido responder ante la emergencia?

Ellos tienen más experiencia que nosotros. Hay gente de aquí que ha vivido con esta tres erupciones. Es un pueblo muy disciplinado que sabe que esto es tierra de volcanes, conocen lo que pueden esperar. En las evacuaciones se ha visto mucha disciplina, han estado atentos a lo que decía Protección Civil o Pevolca. Están muy interesados por saber, te paran en la calle, preguntan. Es un pueblo muy concienciado.

¿Qué le preguntan cuando le paran por la calle?

¿Qué va a pasar? Pero es lógico, hay un proceso en su tierra y ven a los que están involucrados en el dispositivo. Porque al final el IGN es una extensión del Estado oficial de vigilancia y alerta temprana hacia Protección Civil. Si tenemos respuestas se las damos.

De origen griego, empezó trabajando en la isla de Santorini. ¿Existe similitud entre aquellos volcanes del Mar Egeo y estos que tenemos en Canarias?

Nada que ver, hay un marco dinámico completamente distinto. Ahí tenemos subducción de placa que es mucho más explosivo con columnas mucho más altas y aquí es intraplaca con volcanes que, quitando el Teide que es un caso aparte, son bastante distintos. La cosa es aprender y estudiar.

Después de 20 años aquí ha vivido ya varios episodios, incluido el de El Hierro.

El de El Hierro además, mi mujer es de allí, entonces estaba como los palmeras ahora. Porque la familia estaba allí. Por eso entiendo la preocupación que tienen.

Ponerse del otro lado.

Siempre, porque esto es una emergencia, se trata de vidas humanas, de sus relaciones sociales. Cualquier cambio les afecta, por eso tenemos que estar ahí para explicarles y ser cercano.

Desde 2017 ha habido enjambres sísmicos en Cumbre Vieja, pero la alarma llegó una semana antes de la erupción, ¿el proceso ha ido rápido?

Ha sido rápido, pero llevamos tiempo con procesos sísmicos. Una vez termine tendremos que mirar todos esos enjambres que hemos tenido desde 2017 y buscar si han tenido vinculación. Los procesos geológicos tienen un proceso que no es de tiempo humano. Habrá que sentarse y ver.

En general, ¿qué pueden aprender de esta erupción?

El conocimiento nunca termina y siempre es bueno aprender; en nuestro caso mejorar la respuesta hacia la alerta temprana. Y la población... se dice que vivimos en islas volcánicas, pero hay que concienciar desde pequeños. Cuanto antes nos demos cuenta que es un hecho inevitable y que podemos vivir algo así más de una vez en la vida, mejor. Aquí hay tres actores importantes: la vigilancia, que somos nosotros, las autoridades y la gente, que tiene que comportarse bien como lo ha hecho.

Estarán, además, rellenando lagunas con respecto a las erupciones anteriores

La vigilancia a erupciones en las Islas casi empezó en El Hierro. Esta fue la primera submarina que se registró de principio a fin, podría decir mundialmente. Aquí en La Palma está siendo la primera en Canarias y en España. Vivimos en un sitio donde tenemos más agua que tierra y hay que mejorar los dos aspectos. Lo que aprendamos aquí también nos puede ayudar en una submarina.

¿La de La Palma podría haber sido submarina?

Por supuesto. La actividad sísmica la hemos tenido en el mar, en tierra; en El Hierro pasó así. Es un tipo de vulcanismo monogenético que no tiene una cámara magmática; digamos un fondo fijo donde se va a desarrollar una erupción, lo puedes tener en cualquier punto de una isla tan joven como La Palma o El Hierro.

No es el caso del Etna.

Exacto. El Etna tiene una cámara magmática como el Teide. Pero en Islandia ocurre como aquí, sale por donde sale. Por eso hay que tener una red bien desplegada y con geometría buena para poder registrar cualquier cambio. En Sicilia saben que siempre saldrá de allí. Aquí es diferente.

Puede haber una explosión en casi cualquier lugar.

Hay zonas de preferencia, en La Palma es Cumbre Vieja. Pero dentro de ahí; en el 71 fue en una punta, en el Teneguía, y ahora en otra. Es la dinámica de toda Canarias, con edificios monogenéticos, con la excepción de La Gomera que no tiene actividad y el Teide.

¿Podría haber una erupción en otro punto?

En el 49 en el San Juan o Nambroque hubo tres puntos de emisión. Hay que entender que tenemos magma y por encima está la roca, va a intentar salir rompiendo algo; pero no va a seguir una línea recta, es la naturaleza no los modelos que hacemos.

¿Es complicado hacer una predicción en Canarias?

Más que complicado, se necesita recopilar muchos datos. Trabajar con probabilidades, no se pueden dar números absolutos. La vulcanología es un campo multidisciplinar con físicos, matemáticos, geólogos, ingenieros para obtener los datos; pero son relativos. Porque si cambia la geoquímica, la deformidad, la sismicidad, cambia todo. Todo interactúa entre sí, hay que tener cautela y tener todos los datos posibles.

La colada se estaba acercando al mar, pero el parón ha ralentizado su camino.

Necesitamos un empuje de nuevo para que camine. La lava está al aire libre, se enfría. Pero es algo que no se puede saber, dependerá del volumen que emitirá el volcán próximamente.

Mientras tanto, han tenido numerosos gestos de apoyo.

Hoy mismo donde tenemos el centro de atención los del IGN, vigilamos el volcán y vemos los datos, pues una pizzería llegó y trajo para todos. La destrucción es la que es, cuando empezó la erupción ya sabíamos que pasaría. La gente tiene que entender que la lava no es un espectáculo, puede dañar a la gente y a su vida, hay que estar con ellos; te pueden atraer los colores, el ruido, es un momento que igual ya no volveremos a ver aquí, pero hay que tener en cuenta que tiene un efecto en la vida de aquí. Hay evacuados, gente que ha perdido su casa, su finca. La preocupación de la gente no es si la lava va a llegar o no al mar o hay dos o más bocas, son cosas intrascendentes; quien ha perdido la casa ha sido para siempre. Apoyándoles, diciéndoles lo que hay, sin alarmismos.

A falta de lavandería

La actividad eruptiva en La Palma ha dado multitud de actos de generosidad en la isla y en el Archipiélago. El geólogo Stavros Meletlidis pudo comprobarlo este fin de semana, tal y como relató a través de sus redes sociales. «El sábado, buscando una lavandería, me encontré con un agente de la Guardia Civil que he visto por aquí», explica, «me dijo que en un sitio lavaban la ropa gratis a las personas implicadas en la emergencia, se ofreció a llevar mi ropa y le di la bolsa». Para sorpresa del vulcanólogo, al poco aparece el agente con la colada limpia y doblada, «le pregunté y me dijo que ese día cerraban, resulta que la lavó y dobló su madre». «Sigan viendo la destrucción, yo me quedo con la gente», sentenció este lunes en Twitter. | A.V.

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