Mano a mano, Chis Oliveira Malvar y Priscila Retamozo Ramos, profesora y alumna, han plasmado en el papel la historia del Comando Igualdade cuando se cumplen diez años de su puesta en marcha. “Comando Igualdade. A mocidade facendo a revolución feminista nas aulas!” (Catroventos Editorial) vuelve la mirada a los orígenes de esta iniciativa pionera, que nació a partir del “Proyecto Batas” que la catedrática de Filosofía puso en marcha en el Instituto de Educación Secundaria Alexandre Bóveda de Vigo y que obtuvo el premio Irene La Paz de igualdad. La respuesta fue sorprendente, la propia Oliveira lo reconoce, y es que logró involucrar al profesorado y a más de 500 estudiantes del centro para visibilizar el trabajo no reconocido de las mujeres en el ámbito doméstico. Una década después, y tras transformarse en Comando Igualdade, las nuevas generaciones de estudiantes del Alexandre Bóveda continúan el trabajo que iniciaron sus compañeros para que la sociedad empiece a ver la realidad a través de las gafas violetas de la igualdad entre géneros.

“La igualdad sigue siendo la asignatura pendiente, aunque hay que reconocer también que el cambio en general, y sobre todo el de las mujeres, ha sido brutal desde que yo comencé a dar clase hace 36 años y mucho más en estos últimos diez años. Hace unos años tenías que introducir el tema del feminismo casi a codazos y había mucha resistencia. Ahora las chicas vienen con las ideas muy claras. Vienen guerrera y no tenemos nada más que ver las manifestaciones del 8M”, comenta Oliveira, uno de los grandes referentes en el campo de la educación sexual con perspectiva de género.

"Aunque la igualdad sigue siendo la asignatura pendiente, el cambio en estos últimos años ha sido brutal"

Chis Oliveira - Catedrática de Filosofía

Chis Oliveira y Priscila Retamozo. Cedida

El Comando Igualdade lo integran alumnos, chicos y chicas formados en aspectos como la sexualidad, el afecto, la diversidad y el feminismo, que intentan trasmitir a sus iguales, de tú a tú, valores como los de la igualdad y la identidad libre y conscientemente elegida, los modelos de masculinidad y femineidad y una sexualidad más equilibrada, libre de prejuicios y estereotipos. Esta revolución que se fragua desde las aulas no solo favorece a las mujeres, sino también a los varones. “La revolución feminista la estamos haciendo las mujeres, pero vivimos en un mundo de mujeres y hombres y lo ideal es que los hombres se impliquen porque ellos también tienen mucho que ganar porque un mundo más igualitario supone que no tenga que ser el proveedor, el que nos defienda, el que nos mantenga porque nosotras podemos hacerlo y tampoco tiene que tomar la iniciativa en las relaciones sexuales porque nosotras sabemos lo que queremos”, explica.

El libro comenzó a escribirse antes de que estallase la pandemia Y está prologado por la escritora Ledicia Costas. Se trata de un volumen muy dinámico, que desarrolla los distintos temas en capítulos cortos y que se apoya en códigos QR que redirigen al lector hacia material extra y vídeos de intervenciones del Comando Igualdade.

En cuanto a los retos de futuro, su coautora, Priscila Retamozo, asegura que el principal es vencer las resistencias patriarcales. “Necesitamos mucha pedagogía para vencer mitos como el que dice que las feministas odiamos a los hombres o el que dice que pretendemos ocupar lugares de superioridad”, comenta. Esta antigua alumna, que hoy es formadora en igualdad, asegura que gracias al Comando comprendió que la igualdad es condición imprescindible para un mundo justo y que era urgente ponerse a trabajar en ello. Diez años después, continúa en primera línea como su maestra.