La educación de cientos de millones de niños en una cuarta parte de los países del mundo se encuentra amenazada por la crisis climática, la pandemia, los ataques a las escuelas o la falta de conectividad digital, alerta la ONG Save the Children.

La República Democrática del Congo, Nigeria, Somalia, Afganistán, Sudán del Sur, Sudán, Mali y Libia son los países que cuentan con sistemas educativos "en riesgo extremo", seguidos por Siria y el Yemen.

Así lo indica un informe publicado este lunes por Save the Children, que urge a la comunidad internacional a aprender las lecciones de la crisis educativa de la covid-19, que ha interrumpido la escolarización de más de un 90 % de los alumnos del mundo, según cifras de la organización.

La ONG advierte, sin embargo, que la crisis del coronavirus es solo una de las múltiples amenazas que ponen contra las cuerdas el acceso a la educación de los niños a nivel global.

Catástrofes climáticas y ambientales como ciclones, inundaciones o sequías son las responsables del parón académico de cerca de la mitad de los 75 millones de niños que cada año se ven forzados a abandonar su formación.

"El derecho de un niño a la educación no termina en una emergencia", remarca en un comunicado la directora de Save the Children, Inger Ashing, quien cree que, en lugar de volver a la normalidad tras la pandemia, debería aprovecharse la oportunidad para poner fin a problemas que antes ya atenazaban la educación infantil en todo el mundo.

Para lograrlo, el informe insta a los ministerios de Educación y a donantes internacionales a reforzar la inversión en los sistemas educativos de los países más afectados.

Se estima que entre 10 y 16 millones de niños corren el riesgo de no regresar a la escuela debido únicamente a los impactos económicos de la pandemia, que está forzando a estudiantes a abandonar las aulas para trabajar o casarse a una edad temprana, avisa Save the Children.

Antes de la crisis del coronavirus, 258 millones de niños en todo el mundo no tenían acceso a la educación, un balance ahora agravado que requiere urgentemente una respuesta internacional contundente, resalta la ONG en el informe, titulado "Build forward better" ("Construir para un futuro mejor").