La disminución de la incidencia del COVID-19 en Galicia ha animado a la hostelería gallega a solicitar a la Xunta de Galicia que dé su autorización para volver a utilizar las barras del interior de los locales, una fuente importante de ingresos con los cafés o los menús del día. “Lo vamos a debatir, en unos días esperamos llegar a acuerdos”, respondió el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, quien aclaró que la ampliación de aforos entrará en vigor en septiembre.
Los hosteleros, por su parte, piden poder usar las barras con restricciones: plantean que haya una persona sin que esté acompañada; y que entre cada usuario se establezca una distancia de metro y medio.
El presidente de la Federación Provincial de Hostelería de Pontevedra, César Ballesteros, explicó que tras hacer llegar esta petición en la mañana de ayer en una reunión mantenida con responsables de la Administración gallega, por parte de estos últimos no ocultaron sus dudas al respecto.
"El sector de las cafeterías en Galicia está muy afectado"
Por ejemplo, uno de los problemas que alegan es la posibilidad de que el camarero o camarera se exponga más a un posible contagio si hay gente consumiendo en la barra. Por parte del sector indicaron que los momentos de mayor riesgo serían cuando están tirando una cerveza u otros en los que el trabajador pasa largo rato en un mismo punto.
Una posible solución planteada por la hostelería pasaría por prohibir la ocupación de la barra frente al grifo de la cerveza, para evitar riesgos.
En los próximos días, los colectivos de hosteleros convocados remitirán sus recomendaciones sobre cómo podrían ser las barras en esta nueva etapa de pandemia. Reconocen que “el sector de las cafeterías está muy afectado” por el hecho de no poder utilizarse la barra.
No hay que olvidar que hay locales que no han vuelto a abrirla desde el día anterior al inicio del confinamiento (marzo de 2020). Recordemos que tras el encierro decretado por el Gobierno central, hubo una desescalada por fases. En la tercera, por el mes de junio de 2020, se autorizó hacer uso de las barras (para pedir o cobrar) con una separación entre clientes de dos metros.
Sin embargo, entre el final del verano y principios del otoño, comenzaron a dispararse las infecciones por COVID lo que llevó a las autoridades a establecer nuevas medidas restrictivas hacia finales de octubre del pasado año cerrando definitivamente las barras de bares y cafeterías. Desde entonces, no han vuelto a abrir. Ballesteros señala que en Portugal ya están disponibles y que habría que ir hacia ese modelo.
Pero además de las barras, en la nueva reunión entre Xunta y hostelería también se trataron otros temas como la nueva distancia entre mesas. “Parece un tema banal pero hay que revisarlo con mucho detalle. Se nos ha dado una semana más de plazo” para adjuntar propuestas al respecto, explicaba ayer Ballesteros.
Sector y Administración siguen trabajando para consensuar el nuevo protocolo de aforos. La negociación se inició el pasado viernes y ayer volvieron a tratarlo. El objetivo del mismo, explica el presidente de la Federación de Hostelería de Pontevedra es “tener medidas estables y no estar a salto de mata si en el futuro vienen futuros contagios”, es decir, cuando empeore la situación epidemiológica.
Por esta normativa –aún en discusión y pendiente de estudio por el Comité Clínico de expertos sanitarios– se establecerían tres niveles, según concretó Ballesteros ayer. El primero sería de obligado cumplimiento y sería algo básico, muy similar a la situación mayoritaria actual. Si los locales introdujesen mejoras (más geles hidroalcóholicos, medidores de CO2...) pasarían al nivel 2 y si se adoptasen medidas adicionales se podría pasar al 3.
Por ejemplo, en un municipio en nivel máximo, la hostelería estaría cerrada en el interior; en el nivel dos llegaría al 30% y si subiese al tercero podría tener un 50% de aforo. “Esto es voluntarios, conlleva trabajo y coste económico adicional. Dependerá de la tipología del establecimiento”, añade Ballesteros. Es decir, cuantas más medidas implemente el local, mayor aforo tendrá, sin tener que legislar en cada momento, modificando normas.
Por otra parte, desde el Cluster de Turismo de Galicia y desde la Confederación de Empresarios de Hostelería de Galicia se solicitó a la Xunta que recurra el auto del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que tiró abajo la obligatoriedad del pasaporte COVID para entrar en la hostelería en los municipios en peor situación epidemiológica.
