Los cuatro detenidos mayores de edad detenidos por el crimen de Samuel comparecieron esta mañana en el Juzgado de Instrucción número 8 para asistir a la vista en la que conocieron su imputación, bien por homicidio o por asesinato. La magistrada convocó a las partes ya que transformó el procedimiento para que vaya por la Ley Orgánica del Tribunal del Jurado, es decir, para que sea un jurado popular el que enjuicie a los acusados por la brutal paliza a Samuel Luiz.

Los varones mayores de edad entraron pasadas las nueve de la mañana, en un autobús de la Guardia Civil, ya que están en Teixeiro desde el 9 de julio.

La joven, que está en libertad, aunque con obligación de comparecer en el Juzgado, entró poco antes de las diez de la mañana, entre gritos de "asesina", que le profirieron varios amigos de la víctima, que se acercaron a la calle Monforte. Idénticos gritos recibieron los tres encarcelados por la brutal paliza mortal que acabó con la vida de Samuel.

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Llegan al juzgado los tres jóvenes en prisión provisional por el crimen de Samuel EFE / EP

Por su parte, las amigas de los encarcelados lanzaron mensajes de ánimo a los encarcelados cuando estos salían de los juzgados al furgón de la Guardia Civil que los lleva de vuelta a Teixeiro. Gritaron "sabemos que eres inocente" y "vas a salir de ahí" al cuarto detenido, al que se le imputa la sustracción del teléfono de la víctima que, como en ocasiones anteriores, salió y entró de la sede judicial con la cara descubierta, a diferencia de los otros varones mayores de edad, que se taparon para no ser reconocidos.

La Policía investiga si los agresores de Samuel eliminaron pruebas

Los participantes en la paliza mortal a Samuel Luiz, el pasado 3 de julio, se reunieron en dos ocasiones esa misma madrugada, tras la agresión. Primero, según relató el comisario jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial de A Coruña, Pedro Ramón Agudo, lo hicieron algunos de los atacantes para hablar de los hechos, pero “sin arrepentimiento” solo para rememorar los golpes que le habían dado al joven –y también a Ibrahima, el senegalés que intentó protegerle–. Se celebró sobre las cuatro de la mañana, en un parque público, lejos de Riazor, en el que había más gente, que pudo contar a los investigadores de qué habían hablado y en qué términos.

De la segunda reunión, los agentes saben que fue sobre las seis de la mañana, en otro lugar también alejado, y que acudieron “todos los agresores”. Fuentes cercanas a la investigación explicaron ayer a este diario que sospechan que los jóvenes pudieron quedar para destruir pruebas

Sobre si todos o alguno de los detenidos alegó ante los agentes que había bebido o que se había drogado antes de la brutal agresión a Samuel, Agudo aseguró a este diario que no, que “en ningún momento” hicieron referencia a ese extremo.