Portugal notificó ayer 16 muertes por COVID-19, un nuevo máximo diario de los últimos cuatro meses en el país, que vive una cuarta ola impulsada por la variante delta, que ha colocado la incidencia por encima de los 400 casos.

Los 16 fallecimientos suponen el registro más alto desde el 22 de marzo y superan el máximo de 13 muertes reportado el miércoles.

En total, desde que empezó la pandemia, Portugal –que tiene unos 10 millones de habitantes– suma 17.248 decesos y 943.244 casos confirmados del virus.

Ayer se notificaron 3.622 nuevos contagios, en línea con el dato de hace una semana, y el número de casos activos aumentó en más de ocho centenares, hasta casi 53.000.

En los hospitales, donde la presión ha ido aumentando en el último mes, hay 860 personas (siete menos que el día anterior), de las que 178 están en cuidados intensivos (siete más).

La incidencia a 14 días fue actualizada por última vez el miércoles, cuando estaba en 409 casos por 100.000 habitantes a nivel nacional, en 421,3 casos si se tiene en cuenta sólo la situación en el Portugal continental.