El Papa mostró ayer su cercanía al “querido pueblo cubano en estos momentos difíciles” al referirse a las protestas del pasado fin de semana que han generado en el Gobierno cubano escenas de tensión como la dimisión, no aceptada, de un viceministro, al tiempo que pidió “diálogo y solidaridad una sociedad siempre más justa y fraterna”. “Estoy muy cerca del querido pueblo cubano en estos momentos difíciles. Rezo para que construyan en paz, diálogo y solidaridad una sociedad siempre más justa y fraterna. Pongámonos bajo la protección de la Virgen de la Caridad del Cobre”, señaló el pontífice durante el rezo del ángelus.

Francisco se asomó al balcón de su estudio privado en el Palacio Apostólico en su primera aparición pública desde el alta médica hace cuatro días y su regreso al Vaticano tras la operación quirúrgica a la que fue sometido por un problema en el colon.

Durante su catequesis, el pontífice también advirtió de la “trampa del activismo” que piensa que “lo más importante son los resultados” –algo que según dijo también sucede en la Iglesia– e instó a descansar “de verdad” durante estas vacaciones para lo que dijo que es necesario “apagar el teléfono móvil para mirar a los ojos a las personas” y “estar en silencio”.

La referencia a Cuba fue recibida por aplausos por los fieles y peregrinos que escuchaban sus palabras desde la plaza de San Pedro, algunos con banderas cubanas.

El Papa invitó a los cubanos a encomendarse a la patrona de la isla, Nuestra Señora de la Caridad del Cobre. “Ella les acompañará en este camino”, prometió.

Cuba vivió la protesta antigubernamental más grande desde el llamado “maleconazo”, cuando en agosto de 1994, en pleno “periodo especial”, cientos de personas salieron a las calles de La Habana y no se retiraron hasta que llegó el entonces líder Fidel Castro.

Las protestas actuales, reprimidas por el Gobierno, se produjeron en medio de una grave crisis económica y sanitaria, con la pandemia fuera de control y una fuerte escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos, además de largos cortes de electricidad.

Las manifestaciones se saldaron con numerosas detenciones, que podrían ser centenares según los cálculos de activistas y organizaciones de derechos humanos, pues no hay cifras oficiales sobre los arrestados.

Francisco es el primer papa latinoamericano de la historia que visitó Cuba, en 2015, en una etapa de un viaje que le llevó también a EE UU y que, entonces, le reunió con Fidel Castro en su domicilio de La Habana, meses antes de que muriera.