El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció ayer que el certificado vacunación o de haber pasado el coronavirus que se utiliza a modo de pasaporte sanitario en grandes aglomeraciones pasará a utilizarse en “locales de ocio y cultura” (restaurantes, bares, teatros, cines y centros comerciales) y en medios de transporte como trenes o aviones.

A partir del 21 de julio, habrá que mostrar el certificado para entrar en reuniones públicas con un aforo superior a 50 personas y en el mes de agosto la medida debería extenderse a restaurantes, bares y medios de transportes de largo recorrido.

Macron anunció además que el personal sanitario y quienes trabajen con personas frágiles, los empleados de residencias de ancianos, tendrán la obligación de vacunarse antes del 15 de septiembre. A partir de entonces habrá sanciones para quienes no lo hagan.