Una sentencia del juzgado de lo Contencioso Administrativo nº 1 de Santiago ha obligado a la Consellería de Política Social a reconocer a la familia de un enfermo de ELA ya fallecido los atrasos por la demora en la resolución del reconocimiento de la situación de dependencia y en el derecho a las prestaciones contempladas, además de la demora en la tramitación de la resolución del procedimiento, informó la asociación Agaela y el agobado del enfermo.

Así, la Xunta está obligada a pagar las prestaciones a la familia ya que el reconocimiento de la situación de dependencia llegó al domicilio familiar ocho días después de su fallecimiento.

El enfermo, Rafael Valle, había solicitado a través de la Lei de Dependencia una ayuda para facilitar la contratación de un asistente personal profesional para prestarle apoyo para acceder al trabajo y a una vida más autónoma. La prestación le vino denegada. Recurrió y le dieron la razón, pero acababa de morir.

“Para nosotros fue un golpe recibir el reconocimiento de la dependencia una semana después de su muerte y con este recurso judicial queremos conseguir que ninguna otra persona vuelva a pasar por una situación así”, señala su viuda, madre de dos hijos de Rafael. Creen que si tuviese derecho a un asistente personal cuando lo solicitó su calidad de vida habría mejorado notablemente.