Antonio Salas, desde su laboratorio de Santiago de Compostela, junto a su equipo lleva leídos más de un millón y medio de genomas del coronavirus SARS-CoV-2. También fueron los primeros en hablar de la figura del supercontagiador y de su importancia en la expansión del virus. Lleva tiempo distanciándose de las voces apocalípticas que arrecian con cada variante ‘grave’. Si con la visión que se tuvo de la cepa británica fue muy crítico, lo es ahora con la delta, de India.
"El brote de Mallorca prueba que el supercontagio es el gran catalizador del COVID, no las variantes"
–Usted fue muy crítico con “la publicidad” que se le había dado a la cepa británica meses atrás. Al final, tal y como indicaba, esa variante no resultó mucho más letal.
–En su momento fui muy crítico con la idea de trasladar a la población información científica sobre la que existía un nivel importante de incertidumbre y que al mismo tiempo podría generar una alarma seria. Recuerdo por ejemplo que a principios de año mucha gente no se quería vacunar porque entendió que quizás no serviría de nada frente a la variante británica (hoy en día la variante alpha). Si uno examina la hemeroteca, veremos que la situación que se trasladó a la población en relación con la variante alpha era poco menos que apocalíptica. Pero no olvidemos que al mismo tiempo estábamos experimentando los repuntes de contagios a la salida del puente de la Constitución, y se hablaba de la necesidad de relajar las medidas preventivas en las vacaciones de navidad (cuando la presencia de la variante alpha en España era aun anecdótica).
–¿Puede ser que haya cierta fascinación mediática por las variantes?
–En el caso de la variante británica, hablar de ella y de sus mutaciones era muy cool; pero no lo era hablar de los cientos de fiestas clandestinas que se hacían en el país, las reuniones de amigos y familiares. Pues bien, ahora hagamos una reflexión en retrospectivo: nunca el escenario epidemiológico de Inglaterra y España fue tan favorable como cuando la variante alpha fue dominante en estos dos países. Por lo tanto, el control de la pandemia sucede cuando se toman en serio las medidas preventivas y, desde hace unos meses, gracias a las vacunas.
“Eventos como el de Mallorca manifiestan que el supercontagio es el gran catalizador de la pandemia, independientemente de la variante del virus circulante”
–Usted ha asegurado que para conocer si una cepa es más contagiadora o letal hay que esperar tiempo, varios meses, para sacar conclusiones. No obstante, tengo que preguntarle por la actual amenaza; la variante delta, india.
–A riesgo de equivocarme, creo que las evidencias sobre el peligro de esa variante aun son escasas. El hecho de que esté circulando más ahora se puede deber a más factores; una situación semejante a la que vivimos con la variante británica. Y parece más que evidente que los supercontagios la han puesto en una situación de dominancia en distintos países.
–Entonces, le quita hierro...
–De nuevo, no trasladaría tanto el temor por la variante en sí misma, sobre la que a mi juicio hay muchas lagunas (igual que con las otras que han circulado y siguen circulando), sino sobre la necesidad de seguir manteniendo las medidas de prevención, de no relajarse y ser conscientes de que no hemos llegado a una situación de normalización. Además, el virus genera miles de mutaciones, por lo que es normal que alguna de ellas acabe siendo mejor que las circulantes en ese momento. Es importante estudiarlas y hacer un seguimiento cercano de la variabilidad del virus, pero no trasladar miedos a la población basados en datos sobre los que hay mucha incertidumbre.
–Mucha gente está haciendo justo lo contrario: relajarse demasiado en algunos aspectos.
–La pandemia y por lo tanto la amenaza siguen ahí, y solamente la vacunación masiva dentro y fuera de España, nos sacarán de esto. Los efectos de la vacunación se han notado en España. De no ser por las vacunas es probable que la situación podría ser de una dimensión dantesca. Pero la vacunación debe de llegar a un porcentaje mucho más amplio para frenar la circulación del virus.
–¿Por qué seguimos sin afrontar la figura del supercontagiador?
–Las evidencias científicas son cada vez mas que claras. Nosotros hablamos de supercontagios ya en marzo del 2020; hace más de un año, cuando nadie los había ni mencionado!! y publicamos varios artículos. A estos trabajos se han sumado otros muchos pero apenas ahora mucha gente se está dando cuenta de su importancia. Eventos como los de Mallorca y otros puntos de España son una evidente manifestación de que el supercontagio es el gran catalizador de la pandemia, independientemente de la variante del virus circulante. Se ha transmitido un mensaje de normalidad que nos ha llevado a un repunte importante de los contagios. Está claro, los supercontagios son intrínsecos a la COVID-19, independientemente de la cepa. Esta historia está escrita en los genomas del virus, tan solo hay que aprender a leerla. Los supercontagios suceden independientemente de la variante del virus. El virus genera miles de mutaciones. No nos llegaría el alfabeto griego para nombrar las variantes de riesgo que han podido haber surgido.