Las investigaciones llevadas a cabo por el Cuerpo Nacional de Policía condujeron ayer a la detención de tres personas, con edades entre los 20 y los 25 años y con residencia en A Coruña, como los presuntos autores de la agresión violenta que acabó con la vida de Samuel Luiz en la madrugada del pasado sábado. Según la policía, las pesquisas continuarán hasta que se esclarezca lo sucedido y es posible que haya nuevas detenciones en las próximas horas.

La Delegación del Gobierno en Galicia detalló que las detenciones se efectuaron a lo largo de la mañana y primeras horas de la tarde, así como que la investigación se desarrolla bajo secreto de sumario por orden del juzgado. El trabajo de la policía se centra en las declaraciones de los testigos y en el visionado de las imágenes captadas por teléfonos móviles, cámaras de la Policía Local y de entidades privadas situadas en la zona en la que se produjo la agresión. El delegado del Gobierno, José Miñones, agradeció el trabajo de la policía judicial y apeló a la “responsabilidad y la prudencia para dejar trabajar a la Policía Nacional en la resolución de este caso”. “Se lo debemos a nuestra sociedad y se lo debemos sobre todo a la familia de Samuel”, manifestó

Los antecedentes delictivos de uno de los jóvenes implicados en la agresión hicieron posible que la Policía Local le identificase gracias a las primeras declaraciones de los testigos en el lugar de los hechos. Otro de los participantes en la paliza pudo ser identificado porque era conocido por un testigo de la agresión, que incluso facilitó una fotografía suya que aparecía en su cuenta de Instagram, lo que facilitó su localización.

Frente a los rumores difundidos a través de las redes sociales de que los agresores forman parte de una banda latina, fuentes próximas al caso niegan con rotundidad ese aspecto. En relación con las afirmaciones de la joven que acompañaba a Samuel en el momento de la agresión de que el hombre que le golpeó le llamó “maricón” al creer que le estaba grabando con el teléfono, el atestado elaborado por la Policía Local esa misma madrugada no refleja esa declaración que después hizo pública a través de los medios de comunicación, aunque la muchacha se encontraba aquella noche en un estado de gran excitación y pudo haber olvidado alguno de los detalles, indican las mismas fuentes.

A continuación se detallan los hechos que se conocen hasta el momento sobre el suceso y sobre la investigación para detener a los supuestos autores de la muerte violenta del joven.

El origen

Jóvenes que proceden de una discoteca de la zona de San Roque transitan sobre las tres de la madrugada del pasado sábado por el paseo marítimo. A la altura del puesto de socorrismo de la playa de Riazor, Samuel Luiz y su amiga y compañera de trabajo Lina efectúan una videollamada a su amiga Vanesa, a quien muestran a través del teléfono el aspecto de la calle a esa hora. En ese momento, un joven se dirige a Samuel y le increpa: “Para de grabarnos si no quieres que te mate, maricón”, a lo que Samuel contesta: “¿Maricón de qué?”, según declararon sus amigas. Pese a que tratan de explicarle que no le están grabando, esta persona empuja a Samuel y le propina varios golpes que le hacen caer al suelo. La agresión se interrumpe gracias a la intercesión de otro joven que se interpone entre ellos. Samuel pide entonces a Lina que le busque su teléfono, ya que cree haberlo perdido al caer, por lo que la joven se aleja unos metros.

El tumulto

Lina, según los acompañantes del joven, trata de hallar el teléfono. Mientras, el agresor regresa en compañía de unos seis jóvenes con la intención de volver a golpearle, por lo que trata de huir y cruza la avenida de Buenos Aires. A la altura del número 2 lo rodean y comienzan a darle golpes y a patearle en el suelo hasta dejarlo inconsciente. A pesar de que hay varios testigos en las inmediaciones y de que Lina les pide ayuda, nadie se atreve a socorrer al agredido ante la violencia de los atacantes.

Asistencia

Cuando los agresores abandonan el lugar, Samuel ya ha perdido el conocimiento a causa de los golpes. Un hombre se acerca a él y le pone de costado sobre el suelo, la conocida como posición de seguridad. La propia Lina, que como Samuel es auxiliar de enfermería, le proporciona la primera asistencia, pero las lesiones sufridas por el joven son de extrema gravedad. Cuando llegan los servicios sanitarios de emergencias, tratan de reanimarle durante más de una hora, pero Samuel se encuentra ya en estado crítico. El equipo del servicio 061 decide subirle a la ambulancia y transportarle al Hospital Universitario, donde fallece al poco tiempo tras los importantes daños sufridos en la agresión, aunque todavía no se ha hecho pública la autopsia que determine cuál fue la causa de la muerte.

Primeras pesquisas

La Policía Local es la primera que acude al lugar tras conocerse los hechos y busca entre los testigos datos que permitan identificar a los autores de la agresión. Uno de los presentes proporciona la descripción de uno de los participantes que revela a los agentes que se trata de un joven al que se le atribuyen algunos pequeños delitos, lo que facilita su localización posterior. Otro testigo señala que otro de los agresores es conocido suyo y que posee una imagen suya en su cuenta de Instagram. Ambas identificaciones hacen posibles las de otros participantes en la agresión, por lo que el Cuerpo Nacional de Policía toma declaración en la comisaría de Lonzas a un total de 15 personas entre testigos y sospechosos.

Contestación social

La violenta muerte de Samuel generó de inmediato una cascada de solidaridad con su familia y amistades que se tradujo en incontables mensajes en las redes sociales. A pesar de que las autoridades advierten de que por el momento se desconoce si se trata de un delito de odio contra una persona por su orientación sexual, numerosos colectivos interpretan que la agresión tuvo su origen en que Samuel era homosexual. El lunes el Concello coruñés convocó un minuto de silencio en la plaza de María Pita como muestra de repulsa por el fallecimiento de Samuel, aunque es por la tarde cuando se lleva a cabo una concentración multitudinaria en el mismo lugar en la que participan miles de personas. La noticia alcanza además una trascendencia no solo nacional, sino internacional, ya que la salvaje agresión padecida por Samuel y la reacción de la ciudadanía gallega ante la misma son publicadas por medios de todo el mundo.

Los amigos de Samuel: "Me destroza pensar el miedo que pasó"

Transcurridos unos días tras la horrible noche que cambió sus vidas para siempre, en la que un grupo de agresores mató de una paliza al joven Samuel Luiz, sus amistades siguen sin asumir lo ocurrido. Así lo afirmaron, estos días, en los medios de comunicación, a través de los que difundieron palabras hacia su amigo, para el que solo piden una cosa: justicia. “Hay que sacar fuerzas y valor para seguir adelante. Solo podemos dar gracias por el tiempo que pasó a nuestro lado y los momentos que nos regaló, que nunca olvidaremos. Te has ido, pero nosotros estaremos aquí cada día luchando por lo que te mereces, justicia”, reclaman.

Los amigos de Samuel, en la concentración del lunes. Carlos Pardellas

El grupo eleva una petición que, juzgan, no debe pasar desapercibida: la que pide justicia también para los dos chicos que intentaron evitar la agresión fatal arrastrando a Samuel lejos de sus agresores y quienes, según el relato de las jóvenes, temieron testificar en un primer momento al carecer de papeles.

“Ayer conocimos a la única persona que ayudó a nuestro amigo. Tenía miedo de ir a testificar porque no tenía papeles. Pedimos que se les den, merecen esto y más”, aseguró. La nota más emotiva la puso su amiga Sandra, que dedicó unas desgarradoras palabras que acreditan el duro trance por el que están pasando los jóvenes.

“No me lo creo, no lo acepto, estoy perdida. A veces quiero llamarle y recuerdo que no está, otras veces me autoconvenzo de que es una broma de las suyas. Lo único que sé con certeza es que no me lo creo ni quiero hacerlo. Caminábamos juntos desde que éramos mocosos, no soporto pensar qué será de mi vida sin Samuel, me destroza pensar el dolor que ha pasado, el miedo que tuvo y la desesperación que sentía al ver como le estaban matando mientras pedía ayuda”, relata la joven, que se queda con el mejor recuerdo de Samuel: “Él es el carismático, el risueño, el que nunca se rendía, el pilar del grupo”.