Valérie Bacot, francesa de 40 años, ha sido condenada a cuatro años de cárcel, tres de ellos exentos de cumplimiento, por haber asesinado en 2016 a su marido, que la violó, maltrató y prostituyó. La mujer ya había cumplido un año de detención provisional, por lo que no tiene que volver a prisión.

“No me siento aliviada, sino agotada, física y mentalmente”, dijo a su salida del Palacio de Justicia de Saône et Loire, en el este de Francia, donde fue recibida entre aplausos.

Los abusos sufridos habían durado casi 25 años. Dos hijos suyos fueron condenados por un tribunal de menores a seis meses de prisión exentos de cumplimiento por haber ayudado a enterrar el cuerpo y ocultar el acto.

El crimen se remonta a 2016, cuando disparó a su marido, Daniel Polette, tras escuchar una conversación entre él y la hija de ambos, de 14 años, en la que el hombre le preguntaba sobre su sexualidad. El temor a que la prostituyera, como venía haciendo con ella, la llevó a asesinarlo, según confesó. Tras un fallido intento de provocarle una sobredosis con somníferos, cogió el revolver de su marido y horas más tarde lo mató de un tiro en la nuca.