Las autoridades australianas han anunciado el confinamiento de la región de Sídney, zona metropolitana incluida, hasta el 9 de julio por la aparición de un brote de coronavirus asociado a la variante delta, identificada por primera vez en India y caracterizada por su elevada contagiosidad.

Todos los residentes deberán quedarse en casa excepto para comprar artículos esenciales, necesidades médicas, hacer ejercicio al aire libre en grupos de 10 o menos o desempeñar trabajos o estudios considerados de importancia. Las mascarillas serán obligatorias en el interior.

En el centro del brote, del que informó FARO el pasado miércoles, y que alcanza ya los 80 casos, se encuentra el conductor de una limusina entre cuyos pasajeros se encontraban tripulantes de aerolíneas internacionales. El conductor incumplía presuntamente la norma de emplear mascarilla obligatoria para atender a sus clientes.