El vendedor de la ONCE Luciano Ferreño, que tiene su quiosco en la avenida del Balneario en Arteixo, repartió suerte ayer en el municipio al vender diez cupones premiados cada uno de ellos con 35.000 euros, por lo que en total repartió 350.000 euros.

Ferreño conoce perfectamente a todos los agraciados al ser clientes habituales desde que el trabaja en este punto de venta desde hace cuatro años, aunque por discreción no dio ningún detalle salvo que uno de los premiados, una señora, se acercó a él ayer por la mañana a agradecerle la suerte.

Este vendedor, de 56 años, se afilió a la ONCE en 2016. Tenía una discapacidad visual de nacimiento aunque trabajó en una explotación agrícola familiar. Sin embargo su pérdida de visión se agravó en los últimos años y además sufrió una accidente que le lesionó una mano y por eso se afilió a la organización.