Llegas a una pequeña cena con amigos y te presentan a una persona. No es una simple presentación tipo “Hola, encantado” y golpe de codo, sino de esas en las que, por unos segundos, se para el tiempo. Crees conócele de antes, pero no sabes de dónde ni cuándo. Cada vez que habla, no puedes evitar escucharle atentamente, que vuestras miradas se crucen o que riais al mismo tiempo con una complicidad que no acabas de entender. Inevitablemente, empiezas a imaginar una vida juntos con un gatito llamado Sweet Baby Ray, una escapada al pueblo o noches enteras en un piso enano que os encanta. Es vuestra casa.

Si has pasado por una situación similar, te interesará saber que el amor romántico no es tan fácil. Así lo expone la publicación Psychology Today al indicar que abarca componentes emocionales, cognitivos y conductuales y, en general, tiende a surgir con el tiempo. Vaya, cuando ya has vivido con la otra persona unos cuantos domingos de peli y mantita o cuando las risas y las diferencias os han hecho conoceros más o menos bien. Aunque en estas situaciones, también puede ser difícil saber si lo tuyo es amor o te has liado.

Para entenderlo un poco mejor Psychology Today sostiene que puedes valorar tu vínculo a partir de uno de los ejes en los que, a veces, se basa el amor: las elecciones. ¿Quiero empezar una relación exclusiva? o ¿Me apetece decirle “Te quiero”?, son algunas de las preguntas que te pueden ayudar a determinar si quieres ver cada día al despertar la cara de sobada o de mala hostia de esa persona o si, en verdad, lo que te pasa es que estás aburridísimo de la vida y solo quieres unos mimos, emoción o comodidad. Llámalo como quieras.

Más allá de las decisiones, hay estudios que miran al enamoramiento desde otro prisma. Uno de ellos es Una teoría triangular del amorque considera que se puede saber si las mariposas en el estómago son reales o no valorando la pasión (¿Me atrae tanto que quiero verle ya?), la intimidad (¿Hasta qué punto sé lo que le gusta o le molesta?) o el compromiso (¿Me imagino haciéndolo todo con ella?). Todas ellas son cuestiones útiles, pero según añade Pychology Today no todas son determinantes. Mientras el deseo sexual y la intimidad se consideran, como apuntan otras investigaciones, a menudo necesarios en el amor romántico, no son exclusivos. El primero también puede darse en rollos esporádicos de los que te olvidas en dos días y la segunda en grandes amistades de las cuales conoces hasta el color de sus bragas. Y en cuanto al compromiso, sí que se queda con la valoración del estudio: se traduce en querer estar con ella.

Pero si con esto no tienes suficiente y quieres saber si realmente os ves a los dos con una hipoteca y un hijo guapo en unos cuantos años, también puedes seguir los consejos del estudio El amor romántico conceptualizado como un proceso de apego. En este caso, es un poco más concreto apostando por medirlo todo a partir de la calidad de la relación. Dicho de otro modo, analiza: ¿Qué me aporta este vínculo?, ¿Por qué estoy seguro de lo que siento?, ¿Cuánto me importa? y más dudas del estilo que podrían esclarecer si realmente estás dónde quieres estar o si, sin darte cuenta, te has metido en un pequeño lio del cual alguien podría salir con el corazón roto. Así que, dicho esto, antes de llamarlo amor, pregúntate, pregúntate y pregúntate. El amor no entiende de prisas, simplemente aparece.