Un anciano y dos hermanos, de 3 y 8 años, murieron cuando una persona les disparó en la localidad de Ardea, en las afueras de Roma, y después se suicidó en la casa en la que se había atrincherado.

Según una primera reconstrucción, la persona que disparó huyó inmediatamente y se atrincheró en una casa donde después de algunas horas irrumpieron los Carabineros y se encontraron con que se había suicidado.

Se trata de un joven residente de la zona, de 34 años, que ya había molestado a algunos vecinos en el pasado y que tiene problemas psíquicos. Se desconoce lo motivos por los que el joven disparó hasta cinco tiros contra el anciano y los dos niños que se encontraban en un parque público de la localidad de Ardea, a unos 35 kilómetros al sur de Roma.