“Si empezamos desde la educación, desde la lectura a hablar de mujeres como sujetos, podremos con el tiempo erradicar este espanto. A las mujeres nos han inculcado el ser miradas, el ser vistas, por los demás, generalmente por el hombre. El día que seamos nosotras las que miremos, igual dejamos de lado ciertas injusticias”, aseguró Aranzazu Sumalla en referencia a los últimos crímenes de violencia machista. La invitada del Club FARO calificó de “día difícil” el de ayer, después de que fuera hallado en el fondo del mar el cuerpo una de las pequeñas de Tenerife secuestradas por su padre hace casi un mes y del asesinato de una menor de 17 años en Martín de la Jara (Sevilla) a manos de su expareja.

Sumalla presentó en el MARCO de Vigo, su primera novela, “Mientras mi mirada te busque” (Huso Editorial), una historia sobre mujeres llena de sororidad que intercala la biografía, la autobiografía y la ficción. En su debut como escritora, la psicóloga, filóloga y editora vasca narra la historia de las hermanas Zita y Teresa Jungman, hijas del artista holandés Nico Wilhelm Jungman e hijastras de Richard Sidney Guinness, miembro de la poderosa familia Guinness. Las hermanas Jungman, a pesar del papel que la sociedad les había asignado, lograron ser fieles a sí mismas y murieron centenarias, solas y libres, lejos de los ecos de esa sociedad que hacía mucho tiempo las había olvidado. Murieron en la primera década del siglo XXI, ambas a los 102 años, en el castillo de Leixlip, en Irlanda.

Pero esta es también la historia de la narradora de la novela, una mujer que, desde el presente, trata también de desligarse de todas esas miradas que nos determinan y condicionan, y de encontrar la suya propia, más allá de los estereotipos de la maternidad, la realización personal a través de la profesión y la deuda. Tanto es así que en un momento de la novela, reconoce que escribe este libro sobre las hermanas Jungman para contar sus propias penas. La autora de

El germen de la novela es un recorte de “The Times” de 2006, concretamente del obituario de Zita, donde se nombraba a su hermana Teresa y a una serie de celebridades con las que ambas habían estado vinculadas. Me sorprendí al comprobar que no sabía nada de ellas, pero sí de los hombres con los que habían tenido relación, como el escritor Evelyn Waugh y el fotógrafo Cecile Beaton”, explicó durante la charla que mantuvo con la escritora y actriz Elba Pedrosa.

Y quiso saber más, aunque reconoció que la tarea no arrojó demasiados resultados, ya que de las hermanas Jungman hay pocos datos más allá de los ecos de sociedad que protagonizaron en el Londres del periodo de entreguerras. “Hay pocos datos sobre ellas y la mayoría son a través de hombres a quienes conocieron”, dijo. A partir de esta informacón, Sumalla construyó la historia de estas mujeres, que en un momento de su vida decidieron retirarse de la sociedad y se fueron a vivir juntas. “Me gustaría pensar que dieron un golpe en la mesa y rompieron con todo para ser libres”, afirmó.

Sumalla, que lleva más de dos décadas trabajando en el campo editorial –como editora lanzó “El Código da Vinci” en Umbriel y “Los ojos amarillos de los cocodrilos” de Katherine Pancol cuando estuvo en La Esfera de los Libros–, aseguró que a pesar de haber comenzado tarde en la literatura, le ha picado el gusanillo, aunque reconoció que no sabe aún si escribirá otra novela. “No tengo prisa”, aseguró.

En cuanto a la situación de la mujer en la literatura, aseguró: “Las escritoras tenemos una cuota de poder ganada que debemos ampliar porque tenemos poder, porque en cuanto a premios sigue habiendo una gran diferencia”, aseguró.

La historia de dos hermanas que vivieron contracorriente

“Mientras mi mirada te busque” reconoció que este libro tiene mucho de ella también y de las mujeres de su familia; de sus lecturas –el libro arranca con una cita de “Marianela”, de Pérez Galdós–, y de feminismo. “No quería hacer un libro reivindicativo del papel de la mujer, pero me iba enfadando con el papel que tenemos a medida que escribía. Las mujeres tenemos que ser siempre las mejores madres, las mejor en nuestro trabajo, estar a todo y estar pendientes de todos”, manifestó.

“Mientras mi mirada te busque” es el particular tributo de Aranzazu Sumalla a las hermanas Zita y Teresa Jungman que, a pesar del papel que la sociedad les había asignado, lograron vivir a su manera. “Este libro es también un homenaje a todos los modelos femeninos de mi vida, desde las mujeres que protagonizan las biografías de esas ediciones de tapas negras de los años ochenta del siglo pasado, hasta las escritoras de mi tesis doctoras y sus personajes, pasado por las pocas vidas de santas que llegaron a mis manos o las vidas de aquellas mujeres recopiladas en un grueso volumen que había en la biblioteca de mis padres firmado por Noel Clarasó con el título Veinticinco siglos de belleza femenina”, afirma la escritora vasca, que hace extensible este tributo a las mujeres de su familia y de su vida. El título de la novela está extraído del poema de Ángel González “Mientras tú existas”, incluido en su poemario “Áspero mundo”, aunque esta no es, ni mucho menos, la única referencia a otras obras literarias que pueden encontrarse en esta novela de Aranzazu Sumalla, que también emplea citas publicadas en periódicos. También son numerosas las referencias a películas como “Johnny cogió su fusil”, “Sin novedad en el frente”, “Tal como éramos”, “Memorias de África”, “Julia y Julia” (o “Las dos vidas de Julia”) y “Las horas”, entre otras.