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España, entre los países de la UE con menor mortalidad actual

Entierro de un fallecido por COVID Brais Lorenzo

España es, actualmente, una de las grandes naciones de la Unión Europea con menor aumento de la mortalidad por COVID-19 por millón de habitantes. En mayo murieron en España 1.689 personas con coronavirus, una media de 58 al día. La cifra, como ha recordado el científico del CSIC Saúl Ares, es aún inasumible, como si cada día se estrellase un autobús interurbano y fallecieran todos sus ocupantes, pero contrasta con los registros del pasado año, en el que España se mantuvo varios meses entre los países con mayor mortalidad relativa por COVID-19 en el mundo.

Solo Reino Unido, con un alto porcentaje de vacunados, y Portugal mejoran las cifras españolas, que aún registran 58 muertos diarios

El panorama del mes que acaba de terminar también sitúa a nuestro país con mejores cifras que Francia, Alemania e Italia. Solo Reino Unido, con un porcentaje de vacunados que casi dobla al de la Unión Europea, y Portugal, mejoran los datos españoles. Hay que tener en cuenta también que ambos países, aliados históricos, están desescalando después de sendos confinamientos estrictos decretados después de padecer segundas olas devastadoras en invierno.

Sabemos que las cifras de mortalidad en España han mejorado sensiblemente, pero, ¿cuánto, y cómo en comparación con los grandes países de la UE por población? La reducción ha sido radical tras el despliegue de la campaña de vacunación, que arrancó el 27 de diciembre. En febrero se notificaron 10.528 fallecimientos; en marzo, 5.850 (un 44% menos); en abril, 2.675 (-54%); y en mayo, del 1 al 30, los citados 1.689 (-37%). En total, la reducción en el número de fallecidos mensuales desde febrero hasta hoy ha sido del 83%, una mejora atribuible en buena parte a las vacunas, pero también a las medidas no farmacológicas, como las restricciones de reuniones entre no convivientes, en la hostelería y en la movilidad.

Respecto a los principales países europeos, la evolución del último mes se percibe en el aumento de la mortalidad por millón de habitantes, que ha sido del 2% en España, mientras que en Francia y en Italia este incremento relativo ha sido el doble, del 4%; y en Alemania del triple, el 6%.

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Otro país con una altísima mortalidad relativa en la primera ola, Bélgica, ha tenido un incremento idéntico al de España, del 2%. Suecia, del 3%, y en el tramo alto, Polonia ha visto aumentada su mortalidad por millón de habitantes en mayo en un 9%.

La media de la Unión Europea está en el 5%. Fuera de ella está Reino Unido, con menos del 1% de incremento el mes pasado. La monarquía británica, con 66 millones de habitantes, solo notificó 261 decesos en mayo, una media de 9 al día. El éxito británico hay que atribuirlo en gran medida a las vacunas: el 58% de la población tiene al menos una dosis, un porcentaje más de 20 puntos superior al de la media de la UE, que está en el 37%. El de España está en el 38% y, punto arriba o punto abajo, se mantiene en torno al 37% entre los principales países de la unión.

Personas esperando por vacunación Juan Manuel Serrano Arce

El liderazgo en vacunación lo ostenta Israel, con un 63% de población vacunada total o parcialmente vacunada. Con 9 millones de habitantes, registró en mayo 48 decesos por COVID-19, un promedio de solo 1,65 al día.

India

Como contrapunto negativo está India, que en mayo vio aumentada su mortalidad relativa en un 52% tras registrar oficialmente 113.558 muertos, al ritmo de 3.916 al día. A la variante india hay que sumar las aglomeraciones, la falta de suministro de oxígeno y el escaso porcentaje de vacunados (un 12% con al menos una dosis, un tercio de la cifra de la UE) como probables motivos de la debacle.

En cuanto a los continentes, llama la atención el aumento de la mortalidad relativa en Asia, impulsada en gran parte por la de India, con un 30%, y solo un 6% de población vacunada. La de Sudamérica aumentó un 15%, y dos gigantes como Brasil y Argentina presentan números preocupantes. Mención aparte, por desgracia, merece Uruguay, con un tamaño de población similar a Galicia: fue modelo de excelente gestión epidemiológica en 2020, año que cerró con 193 muertos, pero ayer registraba 4.213. Su mortalidad relativa se ha disparado un 2.038% desde el pasado 1 de enero.

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España lideró la tabla de mortalidad, solo superada por San Marino, entre el 4 y el 13 de abril de 2020, y continuó entre los 5 primeros países del ranking hasta el 24 de septiembre. La situación actual es diametralmente diferente a aquella, pero, como reflexionaba en FARO el doctor Tato Vázquez Lima, miembro del comité clínico de Galicia, “si ahora volviéramos a 2016 y nos contaran que una infección infecciosa mata a 10 personas al día en España, ¿qué pensaríamos?”.

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