Galicia encara el nuevo alivio de las restricciones frente a la COVID-19 –que a partir de hoy incluyen reuniones de seis personas en interior y 10 en exterior, así como aumento de aforos– con 2.400 casos activos –una veintena menos– y la presión hospitalaria en descenso con 121 pacientes ingresados, tres menos. La muerte de dos personas, de 94 y 83 años, eleva el total de fallecidos a 2.417.

Según los datos de Sanidade, siguen ingresados en UCI 28 pacientes y descienden a 93 los de otras unidades de hospitalización –tres menos–.

Por áreas sanitarias, la presión hospitalaria desciende en las de Ferrol, Ourense y Pontevedra y O Salnés; aumenta ligeramente en las de Santiago y Barbanza y Vigo; y se mantiene en las de A Coruña y Cee y Lugo.

Los nuevos contagios repuntan ligeramente a 143 tras mantenerse en 130 en las dos últimas jornadas. Las infecciones activas descienden en las áreas de Pontevedra y O Salnés (-19), A Coruña y Cee (-15) y Vigo (-10); mientras que suben en las de Lugo (+11), Ourense (+5), Ferrol (+5) y Santiago y Barbanza (+3).

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia volvió ayer a dar por tercera vez el aval a las medidas puestas en marcha por la Xunta para intentar controlar la expansión del coronavirus tras el fin del estado de alarma. Estarán vigentes hasta el 12 de junio. Mos, Lobios y A Pobra do Caramiñal entran en el máximo nivel de restricciones, y el subcomité clínico reunido ayer decidió no hacer cambios en las mismas.

La Xunta argumenta que “la reducción de la incidencia no es la deseable” como para relajar más las medidas y también que la comunidad aún no se encuentra en “niveles de transmisión que se puedan entender de riesgo bajo”, ya que el número reproductivo instantáneo subió ligeramente por encima de 1 desde el 9 de mayo.