“Llevamos un tiempo diciendo que la edad media de la UCI está disminuyendo. Está pasando y sabíamos que iba a pasar”, advirtió ayer el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, tras conocerse que un joven de 35 años ha ingresado en la unidad de críticos del Hospital Lucus Augusti.

Comesaña confía en que este caso, con todo, “sea minoritario”, pero resaltó la “importancia” de destacar este casi para seguir concienciando acerca de que no solo “se enferman y se ponen malos las personas mayores”.

Por otra parte, la Consellería de Sanidade trabaja con la patronal gallega en la firma de un convenio con el objetivo de que las empresas puedan inmunizar contra el COVID-19 a sus trabajadores, cuando les corresponda por su edad como la población general, en sus puntos de vacunación autorizados.

Este convenio está previsto que tenga luz verde a principios del mes de junio y podría estar incluso listo la semana que viene, para ponerlo en marcha de forma “inmediata”.

Además de la vacunación, que incluiría los puntos autorizados en las propias empresas (por ejemplo, Citroën cuenta con este servicio) que ya aplican inyecciones contra otros virus como la gripe, este convenio también abarcaría otros aspectos relacionados como el rastreo de casos o brotes en las empresas, así como la organización de cribados.

Vacunación a los de 40

El conselleiro de Sanidad también explicó que desde el Sergas se ha hecho una consulta “formal” a la comisión de vacunas del Ministerio sobre las autorizaciones para el colectivo de 40 a 49 y la aplicación de Janssen. Indicó que por el momento esta cuestión no está resuelta, por lo que Sanidade trabaja con la “hipótesis” de inocular la de Pfizer o Moderna a este grupo de edad.

La vacuna de Janssen se reservó en un inicio para el sector de edad de 70 y 79 años, después de que se detectaran en Estados Unidos seis casos de extraños trombos entre mujeres de entre 18 y 48 años.