El periplo vital de la insigne escritora y feminista Emilia Pardo Bazán no solo se tejió en su cuna de Meirás, los salones madrileños y los centros donde estudió en París. La provincia de Pontevedra, y especialmente las Rías Baixas así como otros puntos como Lalín o Condado-Paradanta también forjaron la personalidad, conocimientos, red de contactos y amistades más el bagaje cultural de la condesa que buscó vivir libre como mujer en un tiempo donde solo se esperaba de ella que fuese madre y esposa. Esa conexión con la provincia pontevedresa se muestra en la exposición “Emilia Pardo Bazán en el país de las rías” que ayer pusieron a disposición del público de forma gratuita la Diputación de Pontevedra y FARO DE VIGO.
La exposición se ofrece en la calle peatonal Príncipe de la urbe olívica frente al MARCO muy cerca de algunos cafés (el Bandeira, el primer bar de Galicia), hoteles y teatros que ella frecuentó pero también de la antigua sede del periódico FARO, en el que plasmó diversas publicaciones –poesía, novelas breves y cuentos– iniciando su colaboración desde sus comienzos literarios en 1876. De hecho, la muestra incluye un grabado de la visita de Bazán a los talleres de FARO donde aparece hablando con el director, Eladio de Lema.
La relación con Vigo –aunque también se recoge su biografía en otros puntos– es una de las esferas que incluye la exposición, vertebrada por paneles informativos que buscan acercar la figura de Bazán de una forma directa, sencilla pero completa.
En la inauguración de la exposición intervinieron el alcade de Vigo, Abel Caballero; la presidenta de la Diputación, Carmela Silva; el subdirector general de Prensa Ibérica en Galicia, Juan Carlos Da Silva; y el director del diario decano, Rogelio Garrido.
Ceferino de Blas, que ha elaborado un cuidadoso libro sobre las estancias y vivencias de Pardo Bazán en la provincia de Pontevedra cuyo título es homónimo al de la muestra, resaltó ayer que “la condesa tenía una profunda relación con el país de las rías”, en alusión a las Rías Baixas y su contorno.
El cronista oficial de la ciudad de Vigo recalcó que el idilio de Pardo Bazán con la urbe olívica se debió a que “Vigo era una ciudad de cultura no solo industrial y mercantil”. También explicó que la exposición se fija especialmente en sus estancias por la provincia desde 1867, cuando empezó a tomar los baños termales en el Balneario de Mondariz, hasta 1920, poco antes de morir.
De Blas, (la muestra también lo recoge en un panel) detalló que Pardo Bazán pasaba ocho meses en Madrid para después trasladarse a Galicia en los restantes meses del año donde residía en las Torres de Meirás. Aquí, hizo hincapié en algo sobre lo que escribió recientemente en su columna de opinión en FARO: Pazo de Meirás es una denominación adquirida a posteriori. En tiempos de Pardo Bazán, ella y su familia se referían al enclave como finca, granja o Torres de Meirás.
En su estancia en Galicia, cada año, aprovechaba también para visitar las Rías Baixas donde destacaban sus estancias en el Hotel Continental de Vigo, Mondariz-Balneario, A Toxa (entonces conocida por el nombre en castellano, La Toja), Pontevedra y diversos pazos de amigos como el de la familia Ozores. Estos eran los propietarios del Pazo da Pastora (en O Freixeiro, zona de Castrelos). La muestra recoge imágenes de ella en el lugar con Javier Ozores y familia.
Precisamente, varios integrantes de este linaje –los hermanos Guido Cerqueira Ozores y María Cerqueira Ozores más la prima Yemina López Ozores– acudieron ayer a la inauguración.
Por su parte, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, destacó que “Pardo Bazán fue capaz de trazar contra viento y marea la lucha del feminismo”.
En su alocución al público que se congregó en Príncipe para la inauguración, recordó que “Pardo Bazán vivió en los turbulentos años de la segunda mitad del siglo XIX y los 20 primeros del siglo XX con las revoluciones fracasadas de los movimientos liberales, la caída de los restos del imperio de España, el regreso de la guerra de Cuba y Filipinas, el drama de la I Guerra Mundial... Ella lo vivió desde sus pasiones. La primera, la literatura y la poesía. La segunda, el feminismo adelantado un siglo a otros movimientos”.
Caballero rememoró que accedió por primera vez a la obra de la escritora a la edad de trece o catorce años al leer “Los Pazos de Ulloa. Uno encuentra ahí la Galicia profunda, las gentes buenas que querían que este país fuese por otras direcciones. Algunos, lo pagaron en la novela con la calumnia, mentira y traición. Ahí entendí los valores de por donde podríamos ir y por donde no deberíamos ir”.
Para él, la exposición de FARO y la Diputación de Pontevedra, supone “una forma de traer a Vigo una parte de las raíces de Pardo Bazán, no de las más conocidas, pero sí importantes”.
Por su parte, la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, destacó que Pardo Bazán fue “una mujer extraordinaria, un gran referente para la cultura gallega y una gran escritora”.Explicó que su idilio con la ciudad olívica no fue fácil ya que en un inicio no conectó para después estar encantada con ella por ser “una ciudad moderna que miraba al Atlántico, además de ser una ciudad de la economía”.
Silva: “Fue un gran referente de la cultura”
Silva también se refirió a sus estancias en el hotel Continental (dejó escrito que era de lo mejor de la región), a su relación con figuras femeninas destacadas como María Vinyals, feminista que la recibió en su Pazo de Soutomaior. Añadió que “escribió mucho en FARO, periódico que sigue siendo el alma de la ciudad”.
Precisamente, el director actual del decano, Rogelio Garrido, destacó el compromiso del periódico con el centenario del fallecimiento de Pardo Bazán con “un ambicioso programa cultural” cuyo primer “hito” fue la publicación del libro realizado por Ceferino de Blas “Emilia Pardo Bazán. En el país de las rías”. Resaltó el director de FARO que este homenaje es “un acto de justicia” con “una figura importante” ya que Emilia Pardo Bazán presentaba “rasgos que la hicieron única. Solo le faltaba ser de Vigo para ser perfecta”, comentó con humor.
Una escritora que amó la ciudad
La condesa estaba enamorada de la puesta de sol desde O Castro
Si barajan asistir a la exposición sobre Emilia Pardo Bazán que desde ayer se abrió al público en el corazón de Vigo, no lo duden. Es la forma idónea para adentrarse en el universo de la escritora o conocer nuevos detalles ligados a sus estancias en la provincia pontevedresa.
Una actriz dio vida a una Pardo Bazán joven y deleitada con la ciudad, mientras un músico la acompañaba. Nuestra Emilia destacó la hospitalidad de Vigo para acto seguido confesar que venía buscando el Bar Bandeira, que ya no existe y que antaño se situaba en Velázquez Moreno, un poco más abajo de la Casa del Libro.
La rejuvenecida Pardo Bazán también mostró interés por pasear por Príncipe o ver la apuesta de sol desde O Castro. Esto último está documentado. En la exposición recuerdan que en una crónica confesaba: “Una puesta de sol en la bahía de Vigo es más hermosa que otras en otros lugares. Hay una majestad y una grandeza infinita”.
