Diez kilómetros de viaje submarino al fondo de la tierra, podría ser una novela de Julio Verne, pero es la realidad a la que ha descendido este ingeniero aeronáutico lucense. Pero este no es cualquier punto, es el más profundo del planeta. Ahí, bajo las olas del Pacífico occidental. "Cuando piensas en 10 kilómetros en horizontal no parece tanto pero cuando piensas que en vertical son cuatro horas y media cayendo en la columna de agua...", asegura Héctor Salvador, ingeniero aeronaútico. Con los riesgos que ello conlleva. Un descenso siniestro y a oscuras, por eso, cuando se toca tierra, es casi como pisar la luna. Se ilumina un horizonte blanquecino, desolador y eso es el fondo de las Fosas de Las Marianas. Un lugar casi mitológico donde te das cuenta que cualquier cosa que observes vas a ser el primer ser humano en verla. Como estos raros especímenes, en cada inmersión descubren cuatro o cinco. Ahí es cuándo piensan en lo infinito del universo. Imagínense lo que aún esconde el fondo del mar.