Balón de oxígeno en los hospitales gallegos, donde los ingresos por COVID-19 descienden y se alejan de los 200. En las últimas tres semanas las hospitalizaciones se mantenían en torno a esta cifra, con leves subidas y caídas, pero sin llegar doblegar la curva. Este jueves el Sergas informa de 160 pacientes internados, lo que supone el dato más bajo desde finales del pasado verano, en concreto desde el 1 de septiembre.

De los 160 (-2) ingresados, 32 (-6) están graves y 128 (+4), en planta. Vigo es el área que más casos críticos notifica, solo 8; seguida de A Coruña y Pontevedra, ambas con 7; Santiago, con 5; Ourense, con 3; y Lugo y Ferrol contabilizan un único paciente cada una.

Por su parte, los casos activos retroceden a pesar del aumento de los contagios. Sanidade notifica 2.701 infectados, 43 menos que la jornada anterior. Esta bajada se debe al destacado volumen de altas, 226, que neutralizaron los 167 nuevos positivos. Esta cifra es la más alta de la semana, tras registrarse 128, 116 y 107 en los días previos.

En el desglose por áreas destaca la de Vigo, la que más infectados sumó en las últimas horas y la más afectada de Galicia con 831 (+14). Solo otra demarcación creció, la de Ferrol, aunque ligeramente, hasta los 88 (+4). Las otras cinco restaron: A Coruña con 568 (-30), Santiago con 440 (-3); Pontevedra con 395 (-17); Ourense con 211 (-10); y Lugo con 168 (-1).

El dato acumulado de fallecidos por COVID-19 ha ascendido a 2.410, después de que en la tarde-noche de este martes el Sergas comunicase el fallecimiento de una mujer de 91 años que estaba ingresada en el Complejo Hospitalario de Pontevedra. Mientras, los curados ascienden hoy a 120.281. Las pruebas PCR se han incrementado hasta las 2.190.050 tras efectuarse 5.810 en las últimas horas.