La Guardia Urbana de Barcelona desalojó en la noche del sábado a más de 7.000 personas que se concentraron en diversos botellones en playas y en los paseos del Born y Lluís Companys de la Ciudad Condal. Según el quinto teniente de alcalde de Barcelona, Albert Batlle, no se produjeron grandes incidentes y fue “una noche de mucha tranquilidad”.