El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, defendió ayer que el proceso de vacunación en España va muy bien, pero el futuro no solo lo determina la vacunación. De ahí que avise de que dejar de usar la mascarilla supondrá “dar un paso atrás”, hasta que al menos no haya más de un 70 por ciento población vacunada.

Simón, que participó como ponente en un ciclo de conferencias en Ciudad Real, reconoció que el futuro es muy incierto, pues “todo son preguntas”, al tiempo que defendió que el futuro pasa por la vacunación y por mantener las medidas de control el tiempo suficiente hasta que la vacuna permita controlar el problema.

Inmunizados

“La vacunación va bien, pero el fututo no lo determina solo la vacunación. La inmunidad no solo se puede obtener por vacuna, porque no todos los vacunados se inmunizan, también por haber pasado la enfermedad”, precisó Simón, que explicó que a fecha de noviembre, se estimaba que el 9,9% de la población era inmune, estadística que oscila entre el 15,4 y 15,8% en estos momentos por haber pasado la enfermedad.

Simón planteó la posibilidad de que el COVID-19 pueda desaparecer a final del próximo año. “A lo mejor a final del año que viene podemos decir que no haya coronavirus. Estamos en esa situación, probablemente seguirá entre nosotros, pero hay opciones de que no pase así”, aseveró.

Fernando Simón aseguró que fue el 9 de marzo cuando se pasó de una trasmisión de entre 50 y 100 casos diarios a computar más de 700. “Ese día, todo se descontroló”, recordó, momento en el que se empieza la cadena de toma de decisiones que desembocó en el primer estado de alarma.