La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya clasifica la variante del coronavirus que se encontró por primera vez en India el año pasado y ya se ha expandido a treinta países como una “variante de preocupación mundial” y deja de ser “variante de interés”. Y aunque pide más estudios para sacar nuevas conclusiones, consideran que los datos que tienen hasta ahora son suficientes para poner a la cepa doble mutante de la India a la altura de la británica, la brasileña y la sudafricana.

La Organización Mundial de la Salud considera que con los estudios preliminares hechos ya está suficientemente probado que esta mutación B.1.617 se propaga más fácilmente que otras variantes, y es peor.

La pandemia en la India se agrava porque un número en aumento de pacientes que padecen o se han recuperado de COVID-19 contraen una infección micótica (por hongos) extraña y mortal. La mucormicosis, apodada “hongo negro, suele ser más grave en pacientes cuyo sistema inmunológico se encuentra debilitado.