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El aire seco propicia el contagio

Vista general de la ría de Vigo, en primer plano, la capilla del Monte Alba Marta G. Brea

La humedad relativa predice variaciones diarias en casos de COVID-19, según un estudio realizado en Buenos Aires

Científicos de Argentina, España y EE UU han constatado en el mundo real lo que se había comprobado en laboratorio: el aire seco propicia el contagio del SARS-CoV-2. Lo estudiaron en Buenos Aires, en el invierno austral, de junio a agosto: cambios en la humedad relativa predicen variaciones en el número de personas con síntomas de COVID-19 cinco días más tarde, así como también en el número de casos positivos que se reporten a los nueve días. Este estudio, que aún es una preimpresión no revisada por pares, se añade a la evidencia existente de que el aire con baja humedad favorece la transmisión de este coronavirus.

Un descenso en la humedad causa un incremento en el número de casos con síntomas disparados 5 días después, y en el número de casos reportados (por pruebas PCR) nueve días después (5 días de incubación más 4 días de test y procesamiento de datos). En suma, los eventos de extrema baja humedad se asocian a un incremento de hasta un 20% en el número de casos de COVID-19 entre 5 y 11 días después.

Además del ya famoso experto español en aerosoles José Luis Jiménez, catedrático de Química de la Universidad de Colorado (EE UU), firman el estudio investigadores de la Fundación Instituto Leloir de Argentina, del Conicet (equivalente al CSIC de Argentina), de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Virginia Tech (EE UU), a la que pertenece la investigadora estadounidense Linsey Marr, que ya en marzo de 2020 advirtió sobre la probabilidad, luego confirmada por la ciencia, del contagio aéreo del SARS-CoV-2.

Los investigadores subrayan que el estudio fue realizado en la época del año en que la gente pasa más tiempo en interiores, y manejan la hipótesis de que que la falta de ventilación y la calefacción amplifiquen estos eventos de baja humedad interior y por ende la transmisión.

¿Por qué la baja humedad favorece los contagios? Para José Luis Jiménez, este efecto “sugiere el impacto de los aerosoles, ya que el virus sobrevive mejor con baja humedad”. Además, añade, “los cilios [pulmonares] limpian peor con baja humedad”.

  • “Sugiere el impacto de los aerosoles. El virus sobrevive mejor con baja humedad”

    José Luis Jiménez - Universidad de Colorado

Los autores exponen que habría tres mecanismos implicados: primero, el aire seco incrementa la evaporación de aerosoles (gotas microscópicas de hasta 100 micras) exhalados, que siendo más pequeños pueden flotar en el aire por más tiempo. Segundo, el aire seco aumenta la viabilidad del virus dentro del aerosol, que en condiciones de laboratorio puede extenderse típicamente de 30 minutos a tres horas. Y tercero, que la sequedad merma las defensas inmunes del tracto respiratorio, los citados cilios.

Juan Jesús Gestal, profesor emérito de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Santiago, señala que “la humedad relativa baja (menor de 40%) favorece la transmisión de los virus respiratorios, pues hace que se capte rápidamente la humedad de las partículas que eliminamos, disminuyan su peso y se mantengan más tiempo en suspensión, y por otra parte también dificulta los mecanismos de aclaramiento (limpieza) de los epitelios. Por eso las enfermedades virales de transmisión aérea son más frecuentes en invierno. Pero esa humedad relativa más baja se produce en los interiores acentuada por el efecto de la calefacción y no ventilación, y es en esos ambientes en los que se producen los contagios, no en el exterior. En donde se dan las condiciones climáticas que favorecen esto la pandemia pegó más duro con crecimiento exponencial de los casos”.

  • “La humedad baja hace que las partículas estén más tiempo en suspensión”

    Juan J. Gestal - Epidemiólogo

Añade Gestal que en los climas muy húmedos, como los de las áreas tropicales y subtropicales, la humedad relativa alta también influye en la transmisión funcionando “como si fuese una pista de hielo” por la que se desplazan las nubes de gotas que eliminamos, pero el crecimiento de los casos es lineal, no exponencial.

¿Se beneficia Galicia de su clima húmedo, que reduciría la transmisión del coronavirus? Para Juan Gestal, la diferente afectación de Galicia con respecto a otras zonas de España, “no es por diferencias en la humedad, sino fundamentalmente por la importante diseminación de la población, no tener medios de transporte colectivos que mueven a muchas personas, y estar en una esquina (menos tránsito). Todo esto hace que tengamos menos contactos interpersonales y por tanto disminuye la transmisión del virus. Al margen de las medidas de prevención establecidas”, concluye el epidemiólogo.

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